Tanjiro abrió los ojos esa mañana, su mano extendida fuera de la sabana recibía el calor del sol, estuvo un buen rato mirándola, tratando de volver los pies a la tierra... ¿Qué era lo que había pasado anoche?
Ah sí, había vuelto a tener sexo con un hibrido.
Trato de sentarse, pero un horrendo dolor de caderas lo ataco, no pudo siquiera erguirse sin que sintiera que la espalda baja se le partiría en dos. Pese al dolor que cubría todos sus sentidos, una sensación de agobio le recorrió el cuerpo... mirando hacia la puerta de aquella habitación.
Pero no había nadie.
Tal vez solo eran ideas suyas...
Vestirse fue un verdadero reto, afortunadamente su cuerpo estaba limpio. Pensó en que pudo ser obra de Mitsuri, después de todo, habían terminado haciéndolo desde la tarde hasta altas horas de la madrugada...
Apenas sintió sus piernas tener fuerza sintió como tocaban la puerta, se asustó un poco, pero al final termino siendo uno de los sirvientes que solo le llamo para la hora de comer.
Kamado no creyó que pudiera haber algo más incómodo que lo que pasó el día anterior con la hibrido... pero al parecer, las cosas podían ir peor.
De pie, justo frente de él estaba un hibrido, era bajo para serlo, o eso pensó Tanjiro, también lucia muy diferente a los otros híbridos que había conocido, su falta de orejas peludas o cola, no había rastros de algún indicio animal, la única manera de identificarlo como tal fue su olor, que definitivamente le indicaba que no era humano.
El mencionado le mira con evidente desagrado, Tanjiro sin tener idea de que era lo que ocurría.
- soy Iguro Obanai... un Pilar y el esposo de Mitsuri -
O mierda...
- yo... yo no –
- ¿querías acostarte con mi esposa? – pregunto con ironía tras las vendas de su rostro. – si claro... - comenzó a caminar alrededor de Tanjiro, observando sus reacciones. El chico había sido limpiado correctamente tal como lo exigió, pero aun así había un ligero rastro de Mitsuri en el, haciendo que controlar su molestia fuera bastante difícil. – sabes, no sé cómo son los humanos, pero aquí hay normas y protocolos... tirarte a la esposa de alguien sin el permiso del esposo no es uno de ellos –
¿Qué pasaba allí?... ¿no se suponía que los híbridos no tenían problema con compartir parejas?... ¿no se suponía que él estaba justamente allí para eso?... por dios que uno de ellos tenía tres esposa y un amante.
- yo no sabía – Tanjiro no había terminado de hablar cuando fue sujeto por el cabello y su rostro fue estampado contra la mesa, perdiendo las luces por un momento.
¿Qué no sabía, lo estaba jodiendo?...
Obanai estaba al tanto de todo lo concerniente de ese humano, sencillamente porque no quería llevarse sorpresas en el camino, sabía que aquel idiota había pasado el tiempo suficiente para entender algunas cosas. El desconocimiento ya no era una excusa...
Se suponía que todo lo tenía fríamente calculado...
El trato era simple, los dos eran Pilares y estaban casados... por lo que no era necesario que los dos copularan con aquel chico, uno era más que suficiente para complacer los mandatos de la emperatriz. Se suponían que llegarían a un trato, a Iguro no le gusta el humano, ni siquiera tenía intenciones de tocarlo. Pero Mitsuri quería un cachorro y como híbrido dominante que era, él no se lo podía dar... ambos eran demasiado fuertes, ningún cachorro saldría de la unión de ellos dos.
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:Uno para Todos:
FanfictionLos híbridos eran errores de la naturaleza, animales salvajes y feroces que no son humanos, ni animales. Tal vez fueron maldecidos con colas y orejas de bestias por algún dios vengativo... o eso decían las historias que escuchaba de niño. Tanjiro Ka...