Capítulo 16: Dulce Oso Negro... Parte II

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Zenitsu abrió los ojos pesadamente, su cuerpo se sentía bastante pesado y adolorido. Al darse cuenta de su condición se tanteo sus partes, encontrándolas secas...

¿Qué había pasado?

- no lo perdiste Zenitsu-kun... el medico confirmo que sigues preñado – la voz femenina parecía seca y distante a pesar de estar dando una buena noticia, Zenitsu trago seco. Era ella.

- Nezuko-sama – no entendía lo que estaba pasando

- ¿no te alegras de verme? – ella se le acerca, dibujando en su rostro una falsa sonrisa.

- yo... ah, sí claro... me alegra bastante – intento levantarse para hacer la reverencia, pero no tenía fuerzas.

- no es necesario Zenitsu-kun... - comento la joven conejilla – me alegra de verdad que estés bien – se sentó a su lado y toco su mejilla ligeramente.

Zenitsu mira esos hermosos ojos rosados que en otro momento él hubiera adorado, brillaban peligrosamente. Aun no podía olvidar las cosas por las que tuvo que pasar por el egoísmo de aquella hibrida, no podía evitar sentir algo de miedo estar en la misma habitación que ella...

Y eso Nezuko lo notaba.

- ¿Por qué eres tan testarudo Zenitsu-kun?... si tan solo hubieras obedecido como te dije –

- yo... jamás la he desobedecido – la mano que acariciaba su cabeza se detuvo.

- ¿me estás diciendo mentirosa? –

- claro que no... - se apresuró a decir cuando la mano apretó su rostro – yo siempre he sido devoto a usted, Nezuko-sama... yo no entiendo por qué... –

- no entiendes que entender nada Zenitsu... solo debes confiar en mi... – aquella mano con las uñas largas y rosadas comenzó a balancearse entre los rubios cabellos en una suave caricia – Yo solo quiero lo mejor para ti... que seas feliz, así como cuando éramos niños... ¿lo recuerdas?... yo sí, éramos felices, corríamos, jugábamos... creo... creo que nunca llegue a ser tan feliz como en esa época – sus hermosos ojos se ven opacados por el triste recuerdo.

- sí, lo recuerdo –

Zenitsu entendía ese sentimiento, creía que era el único que había recordado esa época en la que eran felices, después de todo, tanto Nezuko, Inosuke y el habían crecido y las cosas cambiaron para mal... la que se llevó la peor parte definitivamente fue Nezuko.

Él la amaba y la quería proteger con todo su ser, creía que si se mantenía al lado de la hibrida, siendo su ancla y su apoyo entonces al menos ambos tendrían un poco de consuelo.

¿Cuándo se torcieron tanto las cosas?

- te amo Zenitsu-kun... me crie contigo y mi intención era que permanecieras a mi lado, a pesar de que tu deber es casarte y heredar el título de tu abuelo... yo nunca te quise alejar – sus ojos se tornaron hacia el roedor – pero ese Pilar se interesó en ti... tenía miedo de que tu también te alejaras –

- ¿alejarme?... ¡yo jamás haría algo así! –

Pero era mentira, todos mentían, ella siempre terminaba sola...

Aun sabiendo eso sonrió y sostuvo al roedor entre sus brazos.

- ya no importa Zenitsu... porque ya sé cómo nunca te iras de mi lado – con cuidado sujeto el estómago que estaba algo abultado, haciendo temblar al rubio. – tu hijo -

- ¿mi... mi hijo? –

- enrazarte con ese búho poderoso y conseguir que tu hijo heredara todo lo de tu abuelo, así no tendrías pertenencias que cuidar, tu hijo se quedaría con él y tu volverías a mi... era como cazar a dos presas de un zarpazo – mientras hablaba parecía emocionada, tal vez demasiado, Zenitsu podía sentir como apretaba hasta querer asfixiarlo – pero entonces hiciste que ese hombre me pidiera una anulación de los lazos - sus ojos se volvieron oscuros.

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