Post-FMA Brotherhood.
La pelea contra padre ha terminado, pero a Ed se le presenta un nuevo problema: le salen marcas rojas en su cuerpo y sana con facilidad, como un homúnculo. Por si no fuera poco, cierto coronel muestra un repentino interés por...
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Ya en serio, este año ha sido... muy pesado. Apenas pude tener algo de tiempo para este capítulo, pero los voy a compensar con este dato:
Si les dolió en el fic anterior lo que pasó en esta parte, ahorita van a explotar de coraje. Aclararé eso un poco más al final del capítulo, mientras, disfruten.
La canción de ahora es Lovelessxxx de VanaN'ice.
Ya saben, FMA NO me pertenece.
Capítulo VIII: Traición
Habían pasado dos meses desde que Roy y Ed tenían una relación, pero sólo Al, Isaac y algunos de los subordinados de Roy lo sabían, pues Ed aún tenía 17 años, le faltaban pocos meses para la mayoría de edad, y ya podrían hacerlo más público. Era el sueño de Edward, pues con el tiempo se había encaprichado con el coronel.
Al no había hecho otra cosa más que apoyar a su hermano, aunque debía admitir que a veces Mustang se comportaba extraño. En ocasiones parecía muy enojado sin razón aparente, a veces usaba lentes e incluso llegaba a desaparecer hasta tres días y daba cualquier excusa al regresar. Eso también había captado la atención de Isaac, pero teniendo otros asuntos que atender, no le dio importancia.
Un día, Edward llegó al laboratorio algo nervioso. Newton se preocupó mientras el rubio se quitaba la chaqueta y los guantes.
En sus nudillos se había formado un círculo de las famosas marcas rojas. El día anterior no estaba así. El rubio se descubrió la espalda y el mayor vio tres marcas verticales que finalmente se unían en su cuello.
-Ha crecido demasiado... y creo que con más rapidez... -Puso un par de dedos sobre una de las marcas, sintiendo la textura de la piel como si fuese un lunar.
-¿Tengo más en la espalda? –Ed se desesperó más.
-Necesito que te pongas unos shorts, cámbiate en el baño, quiero ver tus piernas. –El chico asintió rápidamente e hizo lo que le pidió Isaac. Newton notó que sus marcas ya habían llegado hasta sus tobillos e igualmente terminaban en un círculo, eso también había salido de la noche a la mañana. –Quisiera tomar una muestra de sangre, quiero ver los componentes de esto. –Edward asintió mientras sintió un pinchazo en su pierna, sólo hizo una mueca de dolor.
Rápidamente, el alquimista del átomo preparó todo y puso la muestra sobre el microscopio. Notó que algunas células se movían rápidamente, como si combatieran una enfermedad. –Esto es extraño... ¿Te sientes mal? ¿Te duele algo? –El rubio negó. Le fue tendido un pañuelo. –Límpiate la nariz. –Después, el contenido también fue examinado. Newton notó bacterias de un resfriado común leve, no era para que su cuerpo se comportara así. Miró al chico que estaba nervioso, tratando de contenerse. -¿Hace cuánto estás nervioso?
-Desde esta mañana.
-Mmm... no veo la razón por la cual te pongas así... de hecho no tienes nada. Tenemos que seguir observándote.
