01

2.2K 120 17
                                    

El sonido de la radio me despertó, apenas nos habíamos mudado al vecindario y no había conseguido ningún amigo en todo el verano; Estaba harta de pasar todo el día lanzando la pelota con mi hermano en el patio, llegó un momento en el que fingía estar ocupada, quería a mi hermano, pero el hecho de jugar con el todos los días se había hecho cansado.

No tarde demasiado para terminar mi desayuno y salir de casa lo antes posible.
Estuve rondando la ciudad un poco con pelota de béisbol y mi guante, encontré un lugar tranquilo, tenia las marcas de un campo de béisbol así que pensé que sería perfecto para jugar, era tranquilo y silencioso.

Mi tranquilidad no duró mucho cuando escuché a un grupo de 8 muchachos acercarse al campo, <<mierda, es su campo>> pensé, pero al mismo tiempo creí qué tal vez podría jugar béisbol con ellos, conmigo seríamos 9, así que me quedé para hacerme notar.

Estaba limpiando la tierra de mi guante cuando uno de los chicos me habló y di un pequeño brinco.
-que haces aquí?- dijo un chico con una gorra de los yankees.

-no sabía que era su campo- dije, por poco tartamudeo, pero traté de verme segura.
-quieres jugar con nosotros- dijo un chico con un moretón en su ojo, seguido de eso todos los demás le dieron pequeños golpes, era obvio que no querían que jugara con ellos.

-soy buena jugando- todos de rieron a carcajadas al escuchar mis palabras, me sentía impotente, enserio sabía jugar béisbol, y se los iba a demostrar.
Recogí mi pelota del piso para lanzársela a uno de los chicos que estaban riéndose.
-squints cuidado!-
el chico con lentes se giró hacia mi y atrapó mi pelota, retrocediendo un poco hacia atrás.
-que brazo!- aún estaba enojada por que se habían burlado de mi, pero pensé <<al diablo, necesito amigos>>.
-ahora puedo jugar con ustedes?-
Los chicos se giraron y formaron un círculo, supongo que pensaban si aceptarían a una chica en el equipo.

Ya habían tardado demasiado así que me acerqué un poco para oír que decían, no lo suficiente para que me notaran, pero si para saber cual era la razón por la cual tardaban tanto.

-es una chica benny!-
-y es buena jugando, aparte con ella somos 9-
-si, con mi hermana también somos 9 y no la traje!-
-y que si es una chica, tiene un buen brazo, puede ser buen pítcher-
-no lo sé benny...-

Estaba harta, así que decidí que era el momento de hacerme notar.
-entonces? puedo jugar?-
todos se giraron para verme, se dieron cuenta de que escuché todo lo que dijeron, pero no me importo, solo quería jugar béisbol.
-claro, el es squints, ham, scotty, le decimos smalls, timmy y tommy timmons, kenny y bertram-
-Lilian, lilian Anderson-
-de donde eres anderson?- dijo ham
-Queens- respondí mientras me ponía mi guante.
-bien, vas a jugar de jardín central-

Ya había pasado una hora y media, más o menos, había atrapado todas las bolas, y al parecer a los chicos les agrado eso, al final de cuentas era solo béisbol.
-bien es tu turno de batear queens- dijo el chico de la gorra de los dodgers, me acerque a el y trate de intercambiar palabras mientras me quitaba el guante y tomaba el bate.
-no me dijiste tu nombre-
-por supuesto, benny rodríguez- estiró su mano para estrecharla y acepte el gesto.

Era mi turno de batear, mentiría si dijera que no estaba nerviosa, temía fallar y que los chicos pensaran que todo era cierto, que solo era una chica tratando de jugar beisbol.
-Strike 1!- Ni si quiera vi la bola, estaba demasiado ocupada tratando de no fallar que deje de prestarle atención al pitcher.

-vamos queens! es mi bola rápida, te reto a que le pegues!- me grito kenny mientras yo volvía a acomodarme.

Esta vez enserio preste atención y logre golpear la pelota realmente fuerte, no dude en correr cuando la vi elevarse tanto que se perdió en sol.

Cuando iba por la segunda base vi la pelota caer en al otro lado de una barda. Mierda! era mi primera vez jugando y había perdido la pelota.
Deje de correr para ver a todos quejarse, no quería quedar mal con ellos así que fui hacia la barda para recuperar la pelota.

Antes de subir lo suficiente para ver el otro lado de la barda todos los chicos empezaron a jalarme mientras me gritaban.
Baje de la barda asustada.
-estás loca?!-
-nadie puede entrar ahí-
-por que no?- dije algo dudosa, pensé que se enojarían mas por haber perdido su pelota.
-la bestia-
-la bestia?- dije confundida, que se supone que era "la bestia". Tal vez solo una broma de mal gusto para alejarme del solar y dejarlos jugar en paz, pero sus expresiones se veían muy reales para ser una simple broma.

The Sandlot-Benny Rodríguez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora