Capítulo 28

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Hermione Granger

Había pasado una semana después de lo sucedido con Severus en la mansión Malfoy y yo había estado alejada de mis amigos ya que cada rato libre que tenía lo pasaba con severus. Esta semana no habíamos tenido clase con él ya que se estaba recuperando de las heridas y yo trataba de cuidarlo.

Dumbledore me daba permiso para estar a su lado en las noches, solía dormir en el sofá para estar atenta de cualquier cosa. Sabía cómo solía ponerse y no quería perderlo por culpa de Voldemort. Jamás creí que podía llegar a odiar a alguien pero él no me la ponía fácil, lo detestaba.

En fin, hoy al fin severus podía salir y caminar un poco, Dumbledore dijo que eso le ayudaría, así que aprovecharíamos que los demás estarían en el comedor y podríamos salir juntos hacia el bosque.

Fui al despacho y me encontré con severus colgándose la túnica.

-¡Deja eso! Debes de salir más tranquilo y relajado. No te lleves la túnica

-Se supone que el mandón aquí soy yo

-Pues estás a mi cuidado así que ahora mando yo

-¿Así?-dijo alzando una ceja

-Ajam y ahora te ordeno que salgas de aquí conmigo y tomes algo de aire

-Mmm déjame pensar

-No te estoy preguntando

-De acuerdo pero con una condición

-¿Cuál?

-Besame

No lo pensé dos veces y me acerque a él enredando mis dedos en su cabello para después unir mis labios con los suyos.

El beso comenzó tiernamente pero mi cuerpo pedía más, comencé a atraerlo más a mí y el se aferró fuertemente de mi cintura, me guió hasta su escritorio donde me alzó y me sentó.

Jugaba con su cabello mientras que el con una de sus manos acariciaba mi espalda y la otra se encontraba en mi rodilla. Así que alce un poco mi pierna haciendo que su mano resbalara por esta, lo cual el lo vio como una invitación. Comenzó a acariciar mi pierna dándole también pequeños apretones. Mis labios me ardían por las succiones que el les hacía. Después su boca abandono la mía para pasar a mi cuello, su mano apretó mi cintura mientras que yo lamía el lóbulo de su oreja sacándole un gemido, era el primero que escuchaba y me fascinaba, ahora ya sabia su punto débil.

Mi mano recorrió su pecho para después bajar lentamente a sus pantalones pero antes de que tocara algo más se escuchó un golpe y ambos nos separamos y me baje rápidamente del escritorio mientras me acomodaba la falda. Giré y me encontré con el fastidio de mi semana.

-¡Mierda! ¿Porque siempre tiene que ser un Malfoy?-dije algo molesta

-Esa boquita Granger, pero quién te viera ¡eh! Tan inocente que te ves pero mueres por devorarte a mi padrino

-Callate hurón

-No dijiste que no

-Eres un...-severus me tomo del brazo jalándome hacia el evitando que golpeara a Draco y me susurro-Tiene razón querida no lo negaste

-¡SEVERUS SNAPE!-Dije avergonzada por mis pensamientos, severus me guiñó un ojo y volvió a ver a Malfoy

-¿Qué quieres Draco?-pregunto

-He venido por ustedes, hoy es el día en que por fin saldrás de este chiquero y debo asegurarme de que estés bien

-Se cuidarme solo

El SacrificioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora