El Sacrificio

Capítulo 27

Hermione Granger

Llevábamos un hermoso mes de novios Severus y yo, todo era tan bello, no digo que era perfecto pero se acercaba. Todo iba bien hasta hace una semana, el director hablo conmigo, quería que nos reuniremos para una misión en especial; ahora más que nunca debía cuidar a Harry en la búsqueda de los Horrocruxes.

Lamentablemente Severus estaba al tanto de esto y de ahí surgió nuestra primera pelea.

Flashback

-¡Eres un necio!

-¡Y tu una alcahueta!

-¿Yo porque?

-Porque te la pasas solapando los planes de Potter y encubriendolo todo el tiempo, mejor dime qué no me quieres contar

-¿Otra vez Severus? No es que no te quiera contar, simplemente no hemos hablado de nada

-Yo se perfectamente que si-dijo cruzando los brazos-ese viejo metiche ya te fue a decir la dichosa misión de cuidar a Potter

-Bueno y a todo esto ¿Cómo es que tú lo sabes? O como porque tendrías que estar enterado

-Bueno porque...¡Eres mi novia!

-¿Y luego?

-Pues porque es algo que me incumbe, te dije que te cuidaría y protegería; y no pienso permitir que ese viejo te meta ideas en la cabeza para que vayas a seguir cuidandole los pañales a ese par de inútiles

-¡Son mis amigos! Y quieras o no los ayudaré Severus

-¡Es mi última palabra Hermione, no irás!-dijo entre dientes

Fin del flashback

Entendía que me quisiera proteger pero era algo inevitable, quisiera o no iría en busca de los Horrocruxes con mis amigos. Esta también era mi batalla.

Después de esa discusión nos tranquilizamos gracias al matrimonio Malfoy, estaban tan contentos porque al fin hubiéramos formalizado nuestra relación, aunque aún no lo sabía Draco, digamos que estaba pasando por momentos difíciles y no era el momento indicado para sorpresas.

Caminaba hacia el despacho de Severus ya que me había mandado llamar a mi torre con urgencia, esperaba que todo marchara bien.

Al llegar abrí la puerta y note que no había nadie, pero al entrar unas manos por detrás de mí me cubrieron los ojos y escuche un susurro.

-Feliz aniversario señorita Granger

Era la voz de mi amado, me condujo unos cuantos pasos hasta que retiro sus manos de mi rostro permitiendome ver la pequeña sorpresa.

Había una pequeña mesa enfrente de la chimenea, unos cojines y en el centro de la mesa habían fresas con crema acompañadas de licor dulce.

-Crei que no eras romántico-dije dando la vuelta para enredar mis brazos en su cuello y plantarle un beso en sus labios, el cual fue inmediatamente correspondido.

-Hoy es la excepción, después de todo es nuestro primer mes juntos

-Me encanta esto

-¿Que de todo miss Granger?

-Todo, pero lo que más amo son los pequeños detalles que tienes conmigo

-Lo vale Hermione

-¿Cuánto?

-Cada segundo-dijo para después tomar mi cintura y acercarme más a él, nos unimos en un beso que inicio tiernamente pero que poco a poco fue aumentando, no sé cómo ni en que momento termine sobre el sofá y él encima de mi.