Seguimos con nuestra búsqueda, está vez nos lleva hacía Alemania, a la ciudad de Düsseldorf, capital del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, justo a un convento de ocho frailes que está en plena zona de bares del centro histórico de la ciudad, conocida como "la barra de bar más larga del mundo". Se encuentra ubicado en la calle Ratinger, y cada noche, un griterío de turistas y lugareños ebrios acompañan sus oraciones.
Los jóvenes de fiesta y vagabundos suponen un reto continuo para estos frailes que seis días a la semana rezan las laudes a las siete y media de la mañana en la iglesia de San André. Desde 1972 los religiosos se encargan del cuidado de las almas en la antigua iglesia de los jesuitas. Al llegar todos al recinto preguntamos por el fraile Ademaro, y nos hacen esperar en una estancia muy iluminada y espaciosa, aunque bastante fría.
Al recibirnos Ademaro, algo no me parece del todo bien, siento algo extraño en la boca del estómago y el tatuaje que llevo en la espalda de la medalla de San Benito empieza a palpitar en mi piel y a quemar como si de quemadura de ácido se tratara. Es muy extraño, eso solo me ocurre cuando estoy en peligro o algo maligno está cerca, ¿acaso está persona será peligrosa?
Qué extraño, él es uno de nosotros, por qué me sentiré así acerca de él, como si de confirmar los hechos se tratase todo empeora al estrecharle la mano. Siento una corriente eléctrica recorrerme el brazo, hasta llegar a mi clavícula y viajar por mi espina dorsal, que sensación tan desagradable, evito con todas mis fuerzas hacer algún gesto que me ponga en evidencia con el religioso, pero al soltarlo giro inmediatamente para ver si Daniela a detectado algo y efectivamente sus ojos me dicen que se siente de la misma forma, volteo a ver a los demás y nadie fuera de nosotras parece intuir nada extraño.
De pronto me fijo en sus ojos, y hay algo extraño en ellos, bueno más extraño de lo que se podría decir de nosotros, sus ojos no son grises sino color miel, con motas casi rojizas en el iris. Y caigo en cuenta, él es diferente. Hasta ahora todos los que conformamos el grupo somos hijos de ángeles y demonios, pero el no. Él es hijo de dos demonios, y por la intensidad de su aura puedo deducir que son demonios mayores.
Ha sido un grave error el venir aquí sin haberlo investigado un poco más, aunque el intenta fingir que somos bienvenidos, todo en su actitud y energía emana hostilidad y peligro. Nos ofrece una taza de té a cada uno y descartó el ofrecimiento tan pronto termina de hablar, veo que todos me observan con cautela, algo en mi tono o postura les ha puesto sobre aviso y ya notaron que algo no marcha bien.
Tan pronto toma asiento, entrelaza las manos sobre el escritorio, nos observa detenidamente a todos y en su rostro se dibuja una sonrisa tan falsa que siento ganas de salir pitando del lugar, con voz pausada y en un español bastante precario nos dice: - - - Vaya vaya, así que los famosos Riuyin se están congregando, ¿Qué los ha hecho salir al mundo de su escondite queridos míos? -
Su pregunta está cargada de odio y veneno, y su acento alemán le profiere a sus palabras una tonalidad bastante tenebrosa. ¿Cómo es posible que este sujeto sea un religioso?, No tiene lógica para mí. Daniela se apresura a tomar las riendas de la conversación y como quien habla de cualquier tema sin importancia le dice recostándose en la silla y mirándose las uñas con gesto despreocupado.
- Nada en especial querido Ademaro, ¿Puedo llamarlo por su nombre verdad? - Y le dedica una sonrisa sínica y altanera, -la verdad es que hemos estado muy aburridos, y como somos una panda de huérfanos sin oficio ni beneficio pues hemos decidido salir a conocer un poco de este maravilloso mundo que el señor nos ha ofrecido tan generosamente, espero eso no le moleste. Y ya que pasábamos por aquí, decidimos hacerle una visita cordial -
Ademaro la mira sin creer semejante respuesta y chasquea la lengua en un gesto muy despectivo y bastante particular, lo cual nos pone los pelos de punta a todos por igual, observo por el rabillo del ojo como los otros chicos se enderezan en sus sillas y se les nota tensos.
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Los Riuyins.
Fantezie- Tienes que decirme lo que está pasando, ¡por favor no entiendo nada! - le digo casi al borde de las lágrimas. - Empecemos por el principio, eres adoptada y no eres humana. Ángela es una psicóloga especializada en tanatología quien después de la m...