4. Episodio

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Me quedé paralizada. Ese hombre, con la grasa colgando y sus ojos en blanco, andaba por el techo yendo en contra de la gravedad.

Mono se giró hacia mí haciendo un gesto con las manos en señal de que me quedase ahí escondida. Yellow y él marcharon para abrir la puerta.
Tragué saliva y me armé de valor para salir de ese lugar lo antes posible y así demostrar que yo no era una carga. Salté por una balda metálica y seguí al señor mientras me ocultaba.

-¡T/N! -oí un susurro detrás mío, pero no hice caso. Seguí adelante con intención de poner fin a esto.

Corrí poniéndome debajo de una camilla de hospital. Avisté al hombre haciendo algo con un maniquí encima de una de las camas al fondo de la habitación, por lo que decidí aprovechar, correr y llegar al botón para salir de allí. Al llegar al botón vi que era imposible pulsarlo, estaba muy alto.
De repente alguien me agarró del brazo estirándome hacia abajo tirándome al suelo. Mono me arrastró debajo de una mesita. Después puso su brazo a mi alrededor para ocultarme bien. El señor pasó corriendo al otro lado de la habitación haciendo vibrar todo.

Intenté zafarme del agarre de Mono y levantarme para volver al botón. Este me agarró de la mano negando con la cabeza. Después me señaló a una pila de juguetes al fondo de la estancia. Entonces entendí el plan.

-Iré yo. -me señalé.
Mono puso su brazo en frente mío parándome y mirando como el señor volvía a su anterior puesto.

-Yo. -me dijo y se dispuso a ir él.

Consiguió llegar hasta un cuadrado de madera. Lo cogió y volvió corriendo a donde nosotras. Después lo tiró al botón haciendo que la puerta hiciese un estruendo terrible. Los tres salimos corriendo para que no nos alcanzara. Mono y Yellow consiguieron esconderse bajo una cama, pero yo decidí seguir corriendo para que se entretuviese conmigo y ellos dos pudieran escapar.

Intenté subir rápido por un armario para entrar en un conducto de ventilación, pero el hombre fue muy rápido y me atrapó.

...

Pasó un rato desde que el hombre me dejó encerrada en un frasco de cristal. Se puso eufórico buscando cacharros para seguramente experimentar conmigo. Entonces vi a lo lejos a Mono y Yellow escondidos. Me puse feliz al verles y dejé de dar patadas y puñetazos al frasco.

Los dos se marcharon al lado derecho de la habitación y Yellow ayudó a Mono a subir a un hueco de la pared. De ahí no se qué más pasó, pero en unos segundos algo empezó a pitar y el señor se fue corriendo a ver qué pasaba. Mono salió disparado yendo a salvarme mientras Yellow recogía el fusible faltante que necesitábamos para escapar.

-T/N, ¿okay? -dijo Mono sacando el tarro de encima mío.

Yo sin decir nada lo abracé fuerte sonriendo de felicidad. Noté como Mono se quedaba paralizado para después agarrarme por la cintura y apartarme lentamente de él.

Me señaló con el pulgar el lugar dónde se encontraba el señor, queriendo decir que debíamos escapar rápido de allí.

-¿Ayuda? -dijo Yellow a duras penas con el fusible en sus pequeños brazos.

Los dos bajamos de la mesa de un salto y salimos corriendo de ese sitio. Una vez fuera Mono puso el fusible y la puerta se abrió con un estruendo ensordecedor.

El hombre gigante se alertó y yo de nuevo quedé paralizada esperando verle salir de esa pequeña habitación. Sin previo aviso Mono me agarró de la mano y me arrastró con él.

Sin decir nada le intenté seguir el paso para que el señor no nos aplastara vivos. Este iba tirando los finos armarios de hierro que esquivabamos. Yellow iba delante nuestro sin mirar a atrás. Entonces fue cuando Mono me empujó desde la espalda para tirarme y salvarme de ser pillada por una de las baldas. Mono quedó atrapado por uno de los objetos de este armario y no podía escapar. Yo paré en seco y le intenté ayudar a levantarse. El señor estaba a punto de alcanzarnos, pero Yellow comenzó a tirarle brazos de maniquíes y otros objetos extraños a la cabeza. Pude ayudar a Mono a levantarse y nos fuimos de la mano hasta una puerta abierta. Entramos por esta mientras el hombre nos seguía persiguiendo y Mono sin pensárselo dos veces entró directo en un horno para cremar. Entonces entendí su plan.

Nada más el hombre entró intentando capturar a Mono, corrí a quitar las barras oxidadas de la parte baja del horno para que Mono pudiese escapar por ahí. Una vez que Mono salió, Yellow cerró la puerta del horno y Mono encendió la palanca haciendo que el médico de marionetas ardiese.

...

Esperamos un poco hasta que nos quedó claro que el doctor había sido completamente exterminado, mientras aprovechamos para calentarnos las manos. Mono se sentó a mi lado y se quedó mirándome a los ojos.

-¿Te encuentras bien? -le pregunté.

-T/N no carga. T/N buena. Muy buena. -me dijo con una voz niñil muy dulce.

Yo sonreí algo sonrojada y giré mi mirada hacia las llamas. Apoyé mi cabeza en una de mis manos y noté como Mono me agarraba la mano libre.
Volví a mirarle algo impresionada y este se quedó mirando el fuego ya con el cuerpo menos rígido y acostado hacia atrás.
El estómago comenzó a darme cosquillas algo conmocionada por el acercamiento de Mono. No sabía si lo hacía para darme seguridad, por amistad o... Yo era diferente.

Los tres emprendimos la marcha por fin para salir de ese horrible y espantoso lugar.
A través de un ascensor salimos al exterior. La noche estaba lluviosa y hacia bastante frío.
Entramos a una casa vieja y destrozada, y vimos un señor con la cara totalmente chupada. La tenía hacia dentro y era arrugada, como si le hubieran estampado una sartén con todas sus fuerzas. Intentamos no llamar su atención, y al pasar detrás de él, repentinamente comenzó a correr empotrándose contra una TV que estaba encendida.
Yo me quedé perpleja por esa repentina acción, pero Mono y Yellow pasaron como si fuese algo normal. Se subieron por la espalda del señor para impulsarse hacia el otro lado y pasar al siguiente edificio, por lo que hice lo mismo que ellos.

Una vez dentro, caminamos por varias habitaciones. Una de ellas parecía que había sido habitada por algún niño pequeño. Se encontraban dibujos, aunque algo perturbadores, pero totalmente creados por un niño.
Vimos un armario, una cama y una mesilla redonda con varios juguetes.

Pasamos a la parte del salón, dónde entré la última. Entonces me di cuenta de que Mono otra vez andaba con la mano en el televisor intentando entrar. Me acerqué para pararlo, pero nada más dar un paso corto la cabeza me empezó a dar vueltas y a pitarme los oídos de una forma inaguantable. Esta era la peor de todas. Me agarré la cabeza casi cayendo al suelo del dolor sin poder llegar hasta Mono.
Poco después vi como Yellow sacó a Mono, pero algo no andaba bien. Esa sensación de ir más lento de lo que quisiera, que algo nos observara y tuviera intención de perseguirnos se hacia más fuerte. El miedo comenzó a recorrerme por todo el cuerpo y no tuve otra elección que hacer caso a mi insistinto y salir corriendo nada más ver a una figura alargada y pálida vestido de corbata y con un sombrero.

Yellow y Mono también salieron corriendo detrás mío. Nos metimos en la habitación del niño y nos escondimos. Mono en el último momento consiguió llegar hasta mí debajo de la cama y Yellow se quedó debajo de la mesa. Cuando la figura llegó, Yellow intentó salir de su escondite y meterse al nuestro, pero nuestros oídos volvieron a chirriar sin que pudiéramos ayudarla. De repente Yellow después de un grito ensordecedor desapareció dejando una sombra con su figura.

Tú me cambiaste (Mono/Seven x tú) Little Nightmares 1, 2, DLC y cómics FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora