"Esta noche tiene que ser la mejor de todas, por lo tanto, quiero que este lugar quede impecable. Si él hace una mínima muestra de disgusto, no dudaré en despedirlos". Resonó su gangosa voz en mi cabeza
—¡Maldición, quiere que dejemos todo como si este lugar fuera nuevo, pero nos da tan solo unas pocas horas, y como si fuera poco, solo somos nosotros dos!
—Alégrate, el resto tendrá que trabajar a la noche mientras nosotros podemos venir a ver la función sin responsabilidades algunas —intentó tranquilizarme mi amiga
—No sé si estaremos tan tranquilos si nos echan
Agarre el desinfectante y un trapo tan amarillo como un patito de goma.
—Además, no pienso quedarme en la función —dije con una expresión indiferente
—¿¡QUÉ!? ¿¡ESTAS LOCO!?
—No me vengas con tu fanatismo histérico, por favor —puse los ojos en blanco
—¡Pe… Pero él es un cantante ultra famoso, y a cantado con leyendas de la música moderna! —exclamó con mucha euforia— ¡Y no solo eso, él creó la última sensación del verano! ¿¡Te lo puedes creer!?
Ya lo sé. Cómo no voy a conocer a ese fanfarrón.
—Me iré a limpiar el escenario, tú encárgate de la zona de recepción y luego ambos nos encargaremos de los asientos, los camerinos y tras el telón.
—¡Ey, no me ignores!
Tan sólo me dí la vuelta y me dirigí hacia aquella gran puerta que daba paso a tan gran y luminoso escenario, el cual era el orgullo de la ciudad y el espacio de nuestro primer desafortunado encuentro.
Podría ser resentido, pero al recordar a ese niño de piel blanca como nieve, ojos cansados y sonrisa tediosa, cada poro de mi piel expulsa aquel sentimiento de odio intenso como si de magma hirviendo emergiera de un volcán.
Hace 10 años, en pleno inicio del otoño, donde las hojas de los árboles empezaban a adornar la ciudad de colores calurosos pero suaves, fue cuando el concurso nacional disputaba su gran final.
Cinco finalistas de doce y trece años, y un solo ganador por definir.
Yo había pasado por varias etapas y con esfuerzo logré escalar a la tan preciada final.
Ahí fue cuando lo vi por primera vez.
Un chico de mi misma estatura, pero con una apariencia muy frágil que con sólo mirarlo parecía que en cualquier momento se rompería en miles de pedazos.
Sus nervios se podían notar a kilómetros, ya que le temblaban las manos como si estuviera en medio de un terremoto y no dejaba de ver a su alrededor con un tono azul muerto en su cara.
No obstante, lo que más resaltaba en él era su mirada cansada que hacía demasiado contraste con aquella preocupación descomunal que lo atormentaba.
Y mi peor error fue hablarle.
HACE 10 AÑOS ATRÁS
—Ya deja de temblar niño, nadie te va a hacer daño
—¡N… No soy un niño! —exclamó sin dejar de temblar en aquella silla
—Solo los niños dicen eso —lo reñí con un capricho demasiado infantil
—¡Te dije que no soy un niño, ya tengo 13!
Me sorprendió que aquel miedoso chico fuera siquiera un año mayor que yo.
—¿Entonces por qué tienes miedo?
—¡Que no tengo miedo! So… Solo estoy nervioso ya que nesesito ganar ese trofeo, eso es todo —me miró con lágrimas en los ojos y con un dedo acusador señalandome— ¿¡A… Acaso no puedo estar nervioso!?
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SENZAI [Historias Cortas BL]
RandomDiversas historias Cortas donde el amor se pinta en un lienzo multicolor y los sentimientos no varían tras el paso de las estaciones. "Al final lo que importa es lo que tu sientes, no lo que digan tus padres, lo que te diga tu ídolo o lo que diga el...