El ruido de aquel gallo cantor se escuchó con ímpetu por mi ventana, y con los ojos adormilados aún, revise el reloj más grande que colgaba en la pared.
—¿¡Siete y cuarto de la mañana!? ¡El gallo cantó tarde de nuevo!
Con suma rapidez y torpeza me deshice de mi pijama y me puse la ropa adecuada para el trabajo.
Pase al baño y mire mi cara.
—Aún no, pero hoy puede ser el día
Luego de mirarme un rato con persistencia y atención, volví en sí y me sobresalte.
—¡Tengo que irme! ¡tengo que irme!
Salí del baño y luego salí de mi pequeña casa cerrando la puerta de un golpazo.
Cosa que no sirvió de nada ya que volví a los segundos.
—El maletín —reí nervioso mientras lo agarraba, ya que lo había olvidado
Cuando al fin lo tuve en mis manos, volví a salir de casa corriendo a toda velocidad por las calles de la ciudad.
La ciudad Nagarina.
Hogar de ciento de Giblurs como yo.
A diferencia de los humanos, nuestros sentidos son más desarrollados, lo cual hace que algunos de estos también tengan sus modificaciones biológicas en nuestro cuerpos. Por ejemplo, nuestras orejas son más puntiagudas y un poco más grandes para escuchar mejor a distancia y poder estar a alerta en el peor de los casos; nuestras manos son capaces de dejarnos percatarnos de lo que cada ser vivo siente y cómo funciona cada cosa inerte, por lo cual, aunque sea raro, es nuestra única parte del cuerpo donde nuestro tono de piel es más oscura.
Pero desde mi punto de vista, lo más genial de los Giblurs son sus ojos. Estos son iguales a los de los humanos, pero tienen una extraña peculiaridad: su color.
Los ojos de un Giblur al nacer son siempre marrones, pero a apartir de que cumplimos los 15 años, estos pueden cambiar en varios colores dependiendo el Giblur, y cada uno de esos tienen un significado y una utilidad diferente.
Por ejemplo, el amarillo te aprecia como un individuo creativo y divertido, este te otorga la habilidad de crear cada cosa que te planteas ya sea una simple silla o un inmenso coliseo. El rosa te identifica con un corazón atractivo y bondadoso, el cual te da la habilidad… bueno… de ser todo un don juan.
Nuestros ojos son sumamente emocionantes y cada color es único y especial. Los Giblurs no seríamos nada sin nuestros distinguidos ojos.
—¡Woaw! —esquive a un carrito a segundos de chocar con él —¡Lo siento señor Soft! —exclamé agachando la cabeza para después seguir corriendo
—¡Demonios, espero que tus ojos sean azules así te vuelves más atento!¡ESTA ES LA SÉPTIMA VEZ EN LA SEMANA!
Si, así es. A pesar de ya tener 18 años, mi color de ojos aún no ha cambiado. Lo cual no debería preocuparme porque más allá de que ya pasaron 3 años, no es un proceso inmediato para todos.
No obstante, no puedo esperar hasta que al fin cambien de color.
Y ojalá, por todos los santos Giblurs, ¡que sean blancos!
El blanco es el color más puro, este lo obtiene aquel valiente de buen corazón y servicial, el cual te garantiza la felicidad eterna y la bendición de los dioses.
Se que es algo ambicioso quererlos de ese color, ya que solo una persona la ha obtenido en el pasado y fue nuestro gran salvador: Sarino II.
¡Pero sería genial!
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SENZAI [Historias Cortas BL]
RandomDiversas historias Cortas donde el amor se pinta en un lienzo multicolor y los sentimientos no varían tras el paso de las estaciones. "Al final lo que importa es lo que tu sientes, no lo que digan tus padres, lo que te diga tu ídolo o lo que diga el...