♊ EL CAMPAMENTO (P4) ♊

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Campista por campista empezaban a llegar con cierta ansiedad al comedor luego de irse de allí tan solo una hora atrás y sabiendo que aquel anterior encuentro no había salido tan bien. 

Todos hacían lo mismo, llegaban, buscaban con la mirada a la presidenta y al darse cuenta que no estaba tan solo se sentaban en sus lugares a esperarla.

Pero aquella señora no llegó hasta que todos los grupos ya estuvieran sentados ahí viéndola expectantes en espera de que diga aquel importante anuncio que prometió dar.

Pero aquel anuncio no saldría de ella.

—¿Qué es esto?  —preguntó inquieta viendo a todos los campistas y al personal allí

Luego de un rato en silencio de miradas entrelazadas entre campistas y guías, alguien decidió responderle.

—Usted nos mandó a llamar para un aviso importante

—¿Eh? Pe… Pero yo… 

—¡Ya llegué qué ocurrió!

El hombre de mantenimiento había llegado corriendo al lugar con la respiración entrecortada y sus dos notificadores que le seguían el paso. Los mismos, también algo cansados, me miraron y con una sonrisa me levantaron los pulgares en señal de que ya estaba todo listo.

Y involuntariamente les sonreí.

—A ver—se agarró la frente—, si no quiere estar en graves problemas, levante la mano quien fue el que se le ocurrió la fantástica idea de traernos a todos aquí —hablo la ultima parte con sarcasmo

—Fuí yo —alce la mano y me paré de mi asiento

—¿U… Usted?

Se la notaba muy confundida y sorprendida, al parecer nunca me había prestado atención por lo tanto no era una de sus sospechas para este acto.

—Si, yo mande a llamarlos

Cuando empecé a pasear por entre las mesas para llegar a ese punto específico que la presidenta siempre buscaba para que todos la vieran, pude notar aquella misma mirada de confusión y sorpresa en los demás expectantes.

—¿Y puedo saber el motivo por el cual hizo esto? —se notaba un aire amenazante en aquella pregunta

—Porque es hora de que el asesino deje de esconderse

—¿Asesino? Se te fue la olla —murmuró la cocinera sin controlarse

—Para nada, estoy bastante cuerdo para identificar en qué manos murió la víctima —sonreí con seriedad—. Y les advierto que no fue en manos propias

—¡Deja de decir...! —vociferó la presidenta

—Un segundo —el hombre de mantenimiento la interrumpió— ¿En que te basas para decir eso?

—La víctima tiene una herida terminal en la cabeza, la cual fue su causa de muerte. La misma es tan evidente que es obvio que bastante sangre debió salir de allí. Sin embargo, ustedes mismos bajaron el cuerpo y sabrán que la sangre ya no salía y el escenario no tenía ni una sola gota. Lo que indica que la victima no murió ahí, sino en otro lado.

—Si fuera como tú dices —me hablo con bastante paciencia— ¿porque el asesino lo colgó en el lugar más visible del campamento?

—No hace falta que te adelantes tanto, pero si te tranquiliza, uno de sus motivos era la de exponer su inutilidad al campamento entero

—¡En… Entonces la sangre! —empezaba a ponerse nervioso con mis evasiones—, aunque hubiese muerto desangrado en otro sitio, su ropa y su cuerpo deberían tener sangre… ¡Y no tenía sangre en ninguna parte!

SENZAI [Historias Cortas BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora