—Volveré en un rato, ire a buscar algo para tomar en la noche
—¡Que sean dos packs de cervezas, el de seis!
—Claro, claro
Finalmente cerré la puerta y pude llenar mis pulmones de aire puro.
Junto a mis cuatro amigos planeamos viajar de vacaciones a alguna playa la cual podía ser cualquiera, pero todos estábamos de acuerdo que para festejar nuestro egreso debía ser en una playa.
En mi país, en esta época de fines de diciembre, nos encontramos en pleno verano y por lo tanto, al decidir, nadie pensaba ir a un lugar que no tuviera arena y agua. Así que la playa ganó sin contradicción alguna.
No obstante, nuestro problema empezó al momento de tener que decidir la playa y el lugar de hospedaje. Debíamos encontrar un lugar bueno, pero a la vez no tan costoso. De cierto modo tuvimos varias dificultades: primero para ponernos de acuerdo con la playa, y segundo para conseguir un lugar que nos alquilasen a todos sin problema alguno.
El ánimo hacia nuestras vacaciones empeoraba cada día, mientras parecíamos dar vueltas en un callejón sin salida. Es más, estuvimos a punto de rendirnos y cancelarlo todo.
Pero un "milagro" ocurrió. Bueno, yo no lo llamaría así, ya que más que un milagro fue un entrometimiento, pero ellos prefirieron llamarlo milagro.
Gabriel, un chico alto, rubio, atractivo, de ojos azules, piel bronceada, sonrisa luminosa, cuerpo bien trabajado, y un colgado de la cantidad absurda de plata de sus padres, se acercó a nosotros con la propuesta de que su familia tenía un complejo en esta playa, y nos estuvo horas dando razones de porque debíamos venir y de lo bello que era este lugar.
Claramente todos cayeron redonditos a sus palabras engatusadoras, y yo no pude ir contra la corriente.
¿Quién le puede llevar la contraria al nene rico de papi?
Si, tal vez soy algo cruel, pero lo hago porque soy el único que lo conoce como es realmente bajo esa máscara de chico amigable y divertido, después de todo… yo también caí bajo sus encantos cuando fui su novio.
Si, vaya Ex tuve, un día con él y te puede hasta llevar a los lugares más exóticos, comprarte ropa de marca, regalarte collares de piedras preciosas y probar la suavidad de la tela de sus alcochonadas camas. Pero eso es lo que su figura de dinero puede mantener. Él es arrogante, insensato, nada empático, se toma todo como un chiste o una pequeñez y nunca escucha lo que los demás tienen que decir. Ya me preguntó si era su novio o un muñeco sexual que hacía lo que él quería.
Él iba a mi mismo curso, por lo cual no era raro que se haya enterado, conozco lo chismoso que es. Sin embargo, si hizo todo esto, no creo que sea solo por mis amigos, seguro fue por mí. Desde que le corté hace dos años, no deja de mirarme y hacer todo tipo de cosas para llamar mi atención. No se si quiere volver o que me de cuenta de lo que supuestamente me perdí por alejándome de su lado.
No sé cuál de las dos sea la respuesta, pero si llegase a ser la primera, está claro que no hay chanse: su dinero y su atractivo físico ya no me enamora, si él quisiera tenerme de vuelta, tendría que cambiar, considerar mis opiniones, ser más cariñoso, ser más humilde. Pero ni eso, me mandó a comprar cerveza sin siquiera preocuparse de mi salida, mientras apostaba su dinero en un juego de poker con mis amigos.
Refunfuñaba y repartía arena con los pies mientras miraba el suelo con enfado.
No obstante, fue ahí que me di cuenta que al tener la cabeza en otro lado, habia bajado hacia la playa y por lo cual me habia desviado del camino.
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SENZAI [Historias Cortas BL]
RandomDiversas historias Cortas donde el amor se pinta en un lienzo multicolor y los sentimientos no varían tras el paso de las estaciones. "Al final lo que importa es lo que tu sientes, no lo que digan tus padres, lo que te diga tu ídolo o lo que diga el...