Narra Samael
Estoy en mi cama recostado mientras Argía me intenta curar los golpes que recibí en mi torso y pecho, digo que lo intenta por qué no sabe muy bien que hacer, es un inútil.
—Siento mucho lo que sucedió príncipe —me ve de reojo y sigue curandome— podría yo....
—¿Puedes callarte? Todo esto fue casuado por ti y Gabriel, y no me interesa para nada tu ayuda, yo podré solo ¿Entiendes? —digo enojado y serio a la vez— deberías irte ahora, creo que podré solo —lo miro y se larga— ¿como no estás aquí liza? —suspiro— te extraño demasiado y quiero hablar contigo sobre toda la mierda que pasa aquí.
Escuchó murmullos al parecer son mi padre y... ¿Argía?, Un momento mi padre se oye molesto, espero lo eche o al menos le de un castigo superior, abro mi puerta lentamente y sin hacer ruido, note como la puerta de mi padre se cerraba de golpe y siguió hablando, quiero investigar pero mejor quedaré en un trato con Gabriel, no quiero que mi papá me vea y note que lo espió, me golpearía peor de lo que lo hace y podría hacer otras cosas que no puedo si quiera imaginarme.
Partí rumbo a la habitación de Gabriel, abrí la puerta y vi a Gabriel oliendo algo, ¿olerá dulce esa cosa? Me aclaró la garganta para que me noté y el rápidamente me ve.
—¿Que demonios quieres Samael? —me mira molesto y ruborizado.
—Necesito que hagamos un... ¿Favor? Supongo que si, mi padre está hablando con alguien.
—¿Y, que quieres que haga? —se cruza de brazos— ¿me crees el anterior sirviente?
—Se que querrás que haga algo un día, así que, ¿Que te parece si me haces este favor y que cambio el día que me necesites lo hago sin queja alguna? Dime —extendí mi brazo—
—Lo haré, pero primero ¿Que debo hacer? —estrechamos las manos y le sonrió poniendo de nuevo mi mano a un costado mío.
—Solo escúchalos, no te dirá ni hará nada a ti, eres el bastardo después de todo —le sonrió.
—Bien —veo como sale del cuarto y yo me mantengo ahí.
Narra Argía (Saliendo del cuarto de Samael)
—No me importa que se moleste, yo solamente estoy haciendo mi trabajo —suspire.
—Es un inmaduro mi hijo ¿No es así? —sentí como me abrazo por detrás— vamos respondeme —me mordió fuerte la oreja, en aquel mordisco me queje.
—¡Auch! Eh si —evitaba verlo, me incomodaba su presencia.
—Bueno, ¿Viste que hice por tu culpa a mi pobre hijo? —me tomo la cintura aún hablando— aunque lo haya mal interpretado sabes que solo eres mío ¿Verdad Argía? —deslizo una de sus manos a mi mandíbula y la otra acaricio mi torso, sintiéndome asqueroso y asustado— debes pagar lo que le hiciste a mi hijo...
Iba a correr pero antes de siquiera hacerlo me abrazo muy fuerte y nos encerramos en su habitación.
—Señor creo que no debe hacer esto, es... Extraño, ¿y si su esposa viene? —temble al pensar que podría verme y echarme de aquí.
—No seas ridículo, si ella me engaño, ¿Yo por qué a ella no? —me tomó el mentón— papa jamás te haría daño Argía, eres bastante hipnotizante —me recostó y susurro en mi oreja— solo por hoy Argía, hueles tan bien y tu piel es demasiado suave —me empezó a quitar el uniforme y solo cerré los ojos esperando a que continúe.
Nunca eh experimentado el sexo y es raro hacerlo con alguien mayor, ¿No la primera vez debe ser linda, llena de colores, comida y el amor mutuo?
—¿Dónde demonios está tu cabeza Argía? —me muerde el cuello haciendo que se me forme una muy pequeña erección— debes de prestar atención a nuestro placer ¿Esta bien? —lamio mi torso y tomo mi miembro masturbando lo.
—Ahh... Si e-entendido señor —movio más rápido su mano, provocando que apriete las sábanas con fuerza y intentando no hacer ruido, cualquiera podría escucharnos y causar un gran alboroto.
Esta sensación de satisfacción no se siente bien, se siente repugnante y podría decir que extraña y que me da miedo el que el me toque.
¿Por qué hago esto con el señor magne?
No pude contenerme más, los movimientos tan rápidos de la mano de magne me hacen sentir raro, como si fuera a liberarme, no aguanto más y derramó un líquido blanco manchando la mano del señor magne.
—¡Lo siento! —exclamo en susurro— lo limpiare, por favor permítame —me levanto, me pongo mi ropa y salgo de la habitación.
Era una excusa tonta, obviamente no iba a volver a entrar ahí, me da demasiado miedo estar solo con ese señor de nuevo, veo a mi alrededor y me encuentro con Gabriel mirándome sorprendido y en shock.
—Eh... Gabriel yo... —le sonreí— tengo que ir a dormir —y me fui a mi habitación, casi al cerrarla Gabriel entro y me abrazó.
—Se lo que padre te hizo amigo, y no te preocupes, yo te cuídare de ahora en adelante de padre —odio esto, me siento inútil al recibir ayuda— ¿necesitas algo? —se separó del abrazo y me tomo las manos.
—Gracias Gabriel y no necesito nada, solo dormir, me siento algo cansando —sigo sonriendo— hasta mañana Gabriel.
—Oh claro, hasta mañana Argía —me sonríe por última vez y procede a abandonar mi habitación cerrando la puerta.
Veo mi habitación, no es nada comparado a las demás habitaciones reales pero se ve demasiado real y elegante, todo decorado con colores dorados, blancos y rojos, en especial el color rojo, es tan hermoso y resalta la mayoría de cosas.
Me recuesto encima de mi cama y veo mi ropa demasiada arrugada, podría yo decir que dormiré con ella, me debo levantar temprano desde que llegué aquí, pero tengo pijamas y sería un desperdicio no usarlas, me dirijo a dónde están y tomo una que es sencilla pero eso solo la hace más acogedor. Al momento de ponerme lo pude notar otro espejo de cuerpo completo, admirandome en el, claro que me encantaba mi cuerpo, tengo una buena autoestima pero los ojos me causa molestia mirarlos, al verlos siento que todo está mal. ¿Estos ojos serán la razón de que atraiga solo a los hombres?
Suspire y me dirijo a mi cama, me recuesto y duermo tranquilamente.
Oh eso creía...
Fin del capitulo
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Perfecto ~Alastor × Lucifer~ (Primera Temporada)
FanfictionLa economía de los magne no era la mejor, tenían riquezas pero los padres de Samael se negaban a vender sus riquezas, además de que serían el hazme reír de todos los reinos. -¿Que hacemos? -pregunto mi madre notablemente preocupada- si vendemos todo...