Armando Mendoza un hombre de cabellos oscuros porte imponente y neurótico es el presidente de Ecomoda, una gran empresa de moda, había cometido grandes errores tales como ser un mujeriego, proponer metas inalcanzables, lanzar una colección con materiales de baja calidad, embargar a su empresa y por último aparentar algo que no es. En ese momento se en encontraba haciendo mercado cuando un hombre se le acercó por la espalda tratando de agarrar un producto que el no lograba alcanzar por su altura.
-Aquí tiene.
Armando tomó el producto dándoselo miraba extrañado al hombre al frente suyo.
-Gracias, oiga Perdone mi atrevimiento pero ¿le gustaría ir a un café en estos días?
Hablo este con un tono muy dulce y empalagoso cosa que enojó a Armando negando con la cabeza, así que el más bajo solo soltó sus fermonas aun más dulces y empalagosas así que simplemente asqueado empujó al hombre.
-¡¿no ve que los omegas no puede estar entre si?!
-¡¿Un Omega?!
No muchas personas no lo sabían pero él era un omega, uno que no se doblegaba, uno agresivo, uno que rara vez lloraba o era débil, un poco más alto que el resto, un omega que decía ser alfa y claro, todos le creían.
