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Cuando el castaño vió a su novio caminar en su dirección sonrió en grande así que se hizo a un lado.

-Chicas ¿recuerdan a Armando?

Las mujeres asintieron con una sonrisa fingida gracias a los rumores y noticias que rondaban por ahí, mientras que el omega las miraba con mala cara y quitaba la mano de Mario que se posaba en su hombro.

-Hola.

Saludó seco mientras que posaba su mano en su cuello logrando que mientras hablaban las mujeres vieran con extrañeza y luego con sorpresa gracias a la marca de unión que aún se veía reciente.

-Mi amor ¿vamos yendo?

El castaño vió con sorpresa al menor por ese tono dulce y sonrisa coqueta que había utilizado peo aún así lo dejó pasar sonriéndole mientras marcaba sus hoyuelos asintiendo y tomándolo de la mano mientras que Armando sonreía triunfante al tiempo que caminaban en dirección a la pasarela cuando Mario no miraba se volteo e infantilmente le sacó la lengua a las mujeres.

-Tengo el presentimiento que te va a gustar mucho esta colección.

Habló Mario mientras tomaba una copa de champagne con una sonrisa coqueta y se quedaban quietos a un costado de las sillas pero su sonrisa se borró al instante cuando el omega lo volvió a mirar con ese ceño fruncido sin responderle para luego quedarse viendo hacia otro lado sin prestarle atención.

-Armando ¿todo bien?

-¿Ah? sisi...es que, no me gusta que esas mujeres se acerquen a ti moviendo el pelo y con esas caras de tontas necesitadas ish ¡que respeten!

Realmente ese era su miedo, no por Mario, él le había demostrado que iba enserio ya que conociéndolo de toda la vida sabía que con esas palabras y acciones que le dedica todos los días lo volvían alguien especial para el mayor, siendo el problema las demás personas, no su alfa.

-Tan hermosoo, igual tú sabes que yo soy tuyo ¿no? y bueno, tú eres mío.

Armando asintió con una pequeña sonrisa y el castaño con la intención de darle un beso en el cachete tomó su cintura pero el más bajo le dió un pico en sus labios por si alguien los veía y que no quedara duda alguna de su relación con el alfa, esta escena la presenció Roberto y Margarita con vergüenza, para ellos su hijo estaba exagerando el mostrarse de esa manera y más aún con alfa.

-Buenas noches.

Habló Roberto haciendo que la pareja se volteara algo incomodos por sus semblantes fríos y distantes, aún así el omega los saludó como si nada con un apretón de manos con su papá y un beso en la mejilla a su mamá mientras que Mario los saludaba de lejos.

-Hola papá, hace rato no te veía en un lanzamiento.

-Si, es que alfin alguien competente y de confianza está al frente de la empresa.

El omega sonrió forzado desviando su mirada reteniendo sus ganas de ser grosero mientras tomaba la mano del castaño disimuladamente.

-Bueno Roberto, con todo respeto básicamente no solo es Daniel, tanto Armando como yo le ayudamos en algunas cosas, sin nosotros él no hubiera podido.

La expresión de enojo en la cara del alfa mayor era más que evidente, junto a la típica confusión de su esposa quien tomó la palabra casi al instante.

-¿Cómo así? ¿Armando volvió a Ecomoda?

-No oficialmente, pero él hizo el plan de negocios que está siendo un éxito por lo visto ¿no les parece?

El padre del omega se quedó callado, él conocía muy bien las capacidades de su hijo a pesar de todos sus errores como también muy dentro de su ser sabía que su hijo es terco y sin sentido alguno le agrada demasiado trabajar en la empresa, mientras que el azabache permanecía callado, no le gustaba que lo defendieran pero aún así podía regocijarse en la expresión de sus padres.

¡¿Un Omega?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora