45; Hablale.

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Me paré de un brinco de la cama y solté un bostezo.

-¿Rubius?.

-¡Estoy en la cocina!.

Estiré mis brazos y caminé descalza hasta la cocina.

-¿Y Raspberry?.
-Con Mangel.-Respondió sin quitar los ojos del sartén.

-Tengo qué decirte algo.

Quitó los ojos de el sartén, se volteó, cruzó de brazos y me miró atentamente.

-¿Qué?.
-Ésta mañana me desperté por la voz de Valentina en la contestadora.

-Pf. No ha dejado de llamar todo el día, ¿Qué quería?.

-Qué le llamaras.
-Pues no lo haré.

-Hazlo.
-Pero... ¿Qué cojones?. ¿Quieres qué le hable?.

-Te ama y, yo creo qué no saber nada de ti la tendrá mortificada, anda, hablale antes de qué le de un paro cardíaco a la pobrecilla.
-No, no lo haré.-Volvió su vista hacía lo qué cocinaba.

-Lo vas a hacer. ¿O quieres qué venga hasta acá a averiguar qué diablos está pasando?.
-Okey, okey. Lo haré. Mí móvil está en el bolsillo de atras de mí jean, ¿lo sacas?.

Sonreí.
Saqué su móvil y lo desbloquee.

-Genial, ¿Cuál es tu password?.
-Primero me tocas el booty y después me quieres sacar la clave así de fácil.-Ríe.

-Tonto, ya dimela.-Reí.
-El año en qué naciste.

-Aww.
-¡Rápido!.-Lo noté avergonzado.

Entré a contactos y busqué el número de Valentina, seleccioné llamar y lo puse en altavoz.
Contestó al instante.

+¡Rubius!

-Val, perdón por no responderte... venía muerto.

+ Eh... está bien. Sólo, no lo hagas de nuevo... Me tenías mortificada, preocupada, no dormí pero...

-Tranquila. Ehmmm... bueno, si no te molesta, estoy un poco ocupado.

+ Para nada, ya estoy más tranquila. No te precupes. Podemos hablar por whatsapp después.

-Si, eh. Adiós entonces.

+Bye, te amo muchísimo y pásala guay con la madrid games week.

-Bye.

Me arrebató el teléfono y colgó.

-Qué borde. Y pobre de ella.

Apagó la parrilla y vació las salchichas qué había asado en un plato.

-Perdón, me molesta.

Resoplé.

-Durante años, ¿Eso ha sido lo único qué has aprendido a cocinar?.

Hizo una mueca.

-¿Sabes qué?. Hoy comeremos afuera, anda, ve a cambiarte.
-Está bien.-Sonreí adormilada.

Volví a la habitación, até mí cabello en una coleta y me vestí demasiado casual, cuando salí sólo lo tomé de la mano y salimos a la calle a buscar un McDonald's.

Al final entramos a un Burger King.

-Ummm... dos big king, nuggets y un par de refrescos de cola, por favor.

La cajera nos atendió y después nos dio nuestra orden en charolas y caminamos a una mesa.

-Tengo una duda.-Le dí un mordisco a mí hamburguesa.
-¿Qué?.

Terminé de digerir.

-¿No crees qué tarde o temprano Valentina se enterará qué no hay ninguna Madrid Games Week Veraniega?.
-No creo.-Masticó.

-Sigo teniendo mis dudas.
-No te preocupes.-Sonrió.

-Tienes razón.-Bebí un poco de soda.
-¿Qué hacemos después de aquí?.

-Qué va... ¿Al cine?. Uy, y después a visitar a Mangel, ¿no?. Necesito verlo, ha pasado taaaaaaanto.
-Okay, okay, not bad.

Solté una carcajada.

-¡Deja de poner esa cara, retrasado!.

Se acabó la hamburguesa en unos cuántos bocados.

-Te reto, cuatro bocados o menos.
-No.
-Sí.
-NO.

-No seas pussy.
-No.-Le aventé un pedazo de nugget.-Ya no tengo hambre. Vámonos.
-Cómo digas.

Se paró, me tomó de la mano y caminamos por la calle tomados de la mano.

-¿Sigue en pie visitar a Mangel?.
-Obviamente, quiero verlo.

Tomamos un taxi. Estaba ansiosa por ver a Mangel. Hace tiempo qué no lo veía y realmente extrañaba su retardez.

790 días después (elrubiusomg).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora