33; Piensa un poco en mí: I

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-Lo sé.-Sonrió a medias.-Cómo también sé qué tienes novio,  y qué el te ama.

-Bah, ¿Andrés?... ¿Crees qué me diga algo?.

-Le he visto un poco molesto.

-No tiene por qué molestarse.

-Le ocultaste el hecho de qué con éste viaje, estás demasiado cerca de la persona a la que realmente amas.

-Lo sé,  lo sé.

-Debiste decírselo,  desde el principio del viaje.

-Es un celoso compulsivo.

-Debió de enterarse.

-¿Estás de mí lado?, ¿O de el de Andy?.-Crucé los brazos.

Se quedó callado.

Un policía se acercó a nuestra celda.

-Han pagado su multa, pueden salir.-Dice al mismo tiempo en el que abre la puerta.

Pensé que me quedaría aquí las 12 horas, ya se hacía una pesadilla.

Holy grail, quién nos ha sacado.

Salí de la celda primero, caminamos detrás del policía, nos hizo un cuestionario de por qué habíamos hecho eso, y que básicamente dañar la propiedad privada es un delito.

Nos leyeron su reglamento casi entero, después de eso nos hicieron jurar que nunca haríamos algo así de nuevo.

Salimos de ahí,  hacía mucho frío, pero aún no sabíamos quién nos había sacado.

-¿Quién crees que haya sido?.

-No lo sé,  probablemente Memo y Henry.-Tallé mis ojos.

Afuera estaba nuestra camioneta estacionada. Y Rubén recargado sobre ella, de brazos cruzados.

Aceleramos el paso hasta llegar a él.

-Hola.-Susurró.

-Hola.-Fer le contestó.

Me crucé de brazos y bajé la mirada.

¿Él había pagado nuestra multa?.

Wow.

-Subanse.-Abrió la puerta de la camioneta.

Entre en la puerta trasera con Fer, nos subimos. Tenía mucho sueño.  Recosté mí cabeza en las piernas de Fer, cerré los ojos y él comenzó a acariciar mí cabello.

Rubén comenzó a conducir, mientras yo moría de sueño.

Mis párpados estaban muy pesados y bajaban suavemente, y cada vez más y más lento.

Terminé por dormir, pero no del todo, seguía escuchando voces, de Rubén  y Fer, pero no sé sí eran reales o parte de un sueño.

-¿Cuando le dirás?.-Era la voz de Fer.
-Cuando deje al idiota de su novio.
-Nunca lo hará,  a menos de qué haya una razón para hacerlo.... ¿Qué hay de Valentina?..

Ambos estaban consientes de que yo estaba "dormida", y lo digo de ésta manera por qué hasta éste punto ya sólo fingía estar dormida para escuchar la conversación.

-¿Tú has pagado nuestra multa?.
-Sí.
-Gracias, bro.
-Tengo que decirte... algo.
-¿Qué?.

-Éste viaje me ha cambiado, la volví a ver y ahora... no sé que hacer, estoy bien con Valentina.

"Estoy bien con Valentina"

-Pues no la dejes.-Me paré de golpe.

Las caras de ambos se tornaron pálidas.

-No necesito de ti, es mejor que te quedes con ella, ¿Crees que es decir "Me arrepiento de andar con ella", así de fácil?, ¿Crees que soy un juguete?.

Fijó su mirada en la carretera y siguió manejando,  sin decirme nada.

Lo he de confesar. Quizás me siga amando, quizás no. Dos años son muy tarde para tomar una decisión.

Llegamos al hotel, ahora estaba casi vacío. Ya no había tanta gente en la piscina principal ni en la recepción.

-Buenas noches.-Fer se paró rápidamente y huyó de la camioneta.

-_______-Rubén susurró.

-Buenas noches, Rubén.

Jalé la manija para salir de la camioneta,  pero tenía el seguro ahora.

-Buena jugada.-Susurré.

-Quiero qué me escuches.

-¿Qué?.

-Sé qué no volveré a tenerte... Pero, ¿Qué tal, amigos?.-Me extiende la mano.

-Gracias por pagar la multa.

-No ha sido nada.-Seguía con la mano en el aire.

-Baja la mano.

-¿Amigos?.

-Hecho.

Sonreí a medias y tomé su mano.

Su mano, suave al tacto.

Si.-Lo solté. 

Era obvio que algo me pasaba con él.

-Lo qué escuchaste...

-Rubén, lo que escuché entró por mí oído derecho y ha salido por el izquierdo.

-Olvídalo.

-¿Qué es lo qué quieres?, Déjalo ya.

-Quiéreme.-Susurra en un hilo de voz.

-Piensa un poco en mí.

-Lo hago todos los días.

Aproveché que estaba distraído,  abrí la puerta y salí de la camioneta.

Caminé hasta su ventana que estaba abierta.

-Besáme.-Me recargué en su ventanilla.

Inclinó la cabeza. No pensé que fuera a hacerlo.

-Anda, yo sé que lo deseas.

Se acercó a mis labios lentamente y apenas si los rozó.

-¿Sentiste algo?, ¿Mariposas en el estómago?, ¿Qué tu mundo se derrumba?, ¿Algo?, Por qué yo no... Quizás estuve equivocada todo éste tiempo.

-He sentido todo eso... ¿Puedo hacerlo de nuevo?.-Me sonríe.

-No, no puedes hacerlo.

Me alejé un paso de él.

-Piensa un poco en mí.-Susurró.

-Quizá.

Me di la vuelta y caminé hasta a mí habitación, ¿Preparada para la gran confrontación con Andrés?.

790 días después (elrubiusomg).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora