51; Disculparse Challenge.

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Una semana después.

Durante ésta semana no supe nada de Rubén. Y sí me importaba, pero algún día lo superaría.

-Te voy a extrañar, mucho, mucho, mucho.

Me miró fríamente.

-Andrés, te amo.

-Te amo más.

Había roto su corazón y ahora le decía eso, ¿Qué tipo de bestia eres _______?.

-Te voy a extrañar demasiado.

-Yo igual.

-Pasajeros con destino a Nueva York, favor de abordar el avión por la puerta número 6, North Airlines les desea buen viaje.

-Ese es mi vuelo.

-No te vayas, Andrés.

-Tengo qué.. Prometeme algo.

-¿Qué?.

-Se feliz, _______, esto me duele, pero ojalá y seas feliz con alguien más ojalá y..

-¿Estás cortan...?...

-Si; aunque...______, te amo, te amo y te amaré.-Hizo una pausa.-Aunque lo digas, tú no me amas _______, no lo sientes.

Sus ojos comenzaron a enrojecer.

Se acercó y me dió un pequeño beso en los labios.

Tomé su rostro con ambas manos y lo apreté hacía mi, pero él logró zafarse.

-Ven a visitarme cuando puedas, por favor.

-Trataré.

Se volteó y caminó hasta la puerta.

-¡Andrés!...

-¿Qué?.

-Prometeme que... encontrarás a alguien que... te haga feliz.

-No creo que pueda.

Me dió una media sonrisa y atravesó esa puerta.

Sentí un vacío en el pecho, me senté en una de las bancas del aeropuerto y comencé a sentirme mareada, en shock, con un nudo en la garganta, frustración y ganas de gritar.
¿Y ahora porqué sentía eso?.
Eso y más te mereces ________, por caer en esas bajezas, por no saber qué querías.

-Voy a estar bien.-Me susurré.

Regresé al departamento callada y con la mirada cabizbaja.

La contestadora sonó.

En éste momento no te puedo atender, deja tu mensaje despues del tono *vip*.

-¿Cómo has estado?, sé quéh no te he llamado déhde hace mucho, pero necesito verteh, jéh.-Era la inconfundible voz de Mangel.- Ven hoy a mí apartamento. SÉ QUÉ EHTÁH EHCUCHANDO EHTO, ______, MUEVE ESE CULÓH YA.

Giré los ojos.
Aún no me quitaba el abrigo, saqué un cigarrillo de la cajetilla qué tenía el bolsillo, lo puse entre mis labios y lo prendí con el encendedor rojo qué estaba en la mesa del centro.

Bajé por el elevador maldiciendo a Mangel y al clima en Madrid, lluvia, frío, lluvia, nublado. Joder, la entera ciudad parecía un ambiente post-apocalíptico.

-Aquí no se puede fumar, hay alfombras y el olor queda impregnado en to...-El portero gordo del edificio me reclamó.

Nisiquiera volteé a verlo, dirigí mí vista hacía mí auto, o más bien dicho, de Andrés, qué me ha pedido cuidarlo. Saqué las llaves del abrigo, me quité el cigarro de la boca, abrí la puerta, aplasté el cigarrillo en el cenicero qué he improvisado con un vaso rojo de cerveza en el portavasos.

Comencé a manejar, el clima sigue estando de la mierda así qué traté de manejar lo más rápido qué pueda antes de qué los vidrios del auto queden empañados y las llantas puedan meterse en charcos de agua.

Mí móvil comenzó a sonar.

Lo saqué sin quitar mis ojos de la carretera y hago lo mismo al contestar.

Skillz mientras manejo: 100%.

-¡_______!.
-Ya voy a tu apartamento, pero me resulta imposible ver bien con la lluvia y neblina.
-AH, ¿SÍ VIENE USTÉH?.
-Sí. Escuché tu mensaje en la contestadora, perdón por no tomarte la llamada.
-Ah, ehtáh bien. Eh... ¿Ehtáh cerca yah?.

-Estoy a 3 minutos, ¿vale?.
-Valéh, eh urgenteh ehto...

-¿Qué pasa?.
-Aquí te ehpero, bye.

Me colgó.

Maldigo al móvil, y a Mangel, y a la carretera, y a Madrid, y a mí misma incluso.
No es mí mejor día.

Estacioné el auto enfrente del edificio de Mangel.

Sigue lloviendo.

Es un barrio chungo, ojalá y no le pase nada.

Tomé un elevador hasta su piso y toco su timbre.

-Eh... ehpera.-Es su voz por el interfon.
-¿Estás en pelotas acaso?.

-No, señorita, uhtéh éhta muy empapada y acabéh de trapear.

Sé qué me está viendo por la camarita, así qué le enseño el dedo prohibido.

-Okey, puedeh entráh uhtéh.

Abre la puerta y me da un abrazo.

-Omite el abrazo, omite el abrazo.
-Uy, andáh en túh periodóh o algo.

Le doy un golpe en el brazo y reí levemente.

-Mangel, mí abrigo está empapado y no traje nada más.

-Arreglaría el clima, pero... el calentadóh se ha déhcompuehto.
-Bien hecho, Mangel.

Cierra la puerta y yo camino hacía la sala mientras grito qué hace frío, sólo para molestar a Mangel.

Cuando llegué a la sala me encontré con Rubén quitándose la chaqueta negra qué traía.

-Yo no tengo mucho frío, toma.-Me miró directamente a los ojos.

No me tomé el gesto ni de contestarle, giré en un pie y me encontré con Mangel tapando el pasillo.

-Ah... Vale, ya veo de qué va esto.

-No, no puedéh ehcapar.

Mí salvación es Cheeto.

-¿Está Cheeto?.
-Talvéh sí...

-CHEETO, CHEETO, CHEETO, CHEETOOOOOOOOOO, ¡CHEETO, LUZ DE MÍ VIDA, ME QUIEREN VIOLAAAAAAAAAAAAAAAR!.

-Talvéh no ehté en casa hoy...

-JODER. Okey, buena jugada, Mangel, pero no quiero ver a ...

-No, no, no, esos no son míh planeh.

-Ah, okey... ¿Entonces para qué me querías aquí?.

-Para qué grabes.-Respondió Rubén detrás mío.

Volví a girar.

Tiene una cámara en la mano izquierda y su chaqueta en la otra.

-Toma la chaqueta, hace mucho frío. Por favor. Y aquí está la cámara, eres una fotógrafa así qué ya sabes cómo va.

Tomé la chaqueta y me la puse.

Huele a su perfume, demasiado. Tengo ganas de abrazarla y olerla hasta qué el olor se desvanezca.

Tomé también la cámara.

-¿Y Maximus?. Maximus siempre la hace de camarógrafo.
-CAMERA MAN.-Gritó.-Se ha ido con Cheeto a una fiehta.

-¿Y qué quieren qué grabe?.

-Mangel, dile qué haremos.
-Vamóh a hacéh el Disculparse Challenge.

-¿Y de qué trata?.
-Ya verás.-Rubius sonríe.-Nos vamos a divertir, mucho.

-Valéh, comienzáh a grabáh.

-Uno, dos, tres, ¡grabando!.

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Y ustedes, ¿de qué creen qué se trate éste Challenge;)?.

790 días después (elrubiusomg).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora