La familia Banz-Bourne

La salud es lo primero

Estamos a pocos días de cambiar de estación, dentro de poco sería invierno y ya se podían ver a las personas teniendo más y más abrigo por las bajas temperaturas. En mi caso debía estar más abrigada ya que tenía las defensas demasiado bajas y en ocasiones me temperatura bajaba y tenía que recurrir al médico por una hipotermia leve. Pero un día me dio un ataque de hipotermia mucho más grave.

Aquella era una mañana tranquila, era una mañana de domingo y como todos los domingos nos reunamos todos juntos a comer, mis padres, Nathan, mis hermanas y sus respectivas parejas. 

Como siempre nos encontramos en la cocina preparando el almuerzo, éramos una familia bastante unida así que siempre nos reuníamos para esas comidas familiares, cada uno realizaba una tarea y junto con la de todos hacíamos un delicioso almuerzo.

Ese día fue increíble pero lo malo fue cuando me fui a acostar.

-- Está noche se nota que hace frío -- dijo Teresa abriga no sé bien con una chamarra de lana. En la casa teníamos aire acondicionado pero de todas formas donde vivíamos muchas veces en invierno habían temperaturas bajo cero así que en ocasiones teníamos algo de frío.

-- Si, Karen recuerda prender el aire y tapate bien en la noche -- dijo mi madre mirándome. Yo asentí con mi cabeza y me quedé con mi familia un rato más hasta que todos decidimos irnos a acostar. la noche fue tranquila pero yo había olvidado que había dejado mi ventana ligeramente abierta así que entró algo de frío, al principio por estar calentita no me di cuenta así que me dormí sin notar ese pequeño detalle.

Pasaron las horas y al día siguiente yo me encontraba tiritando de frío en mi cama. No sabía porque me sentía así, mi pulso estaba débil, tenía una respiración lenta y me sentía bastante somnolienta. Cuando mi madre entró a la habitación no lo dudó ni por un segundo y salió corriendo para llamar al médico.

El susto de mi hermana Teresa fue grande ya que ella había salido temprano con su pareja para ir a comprar algunas cosas para el desayuno, cuando llegó a la casa vió la ambulancia frente a esta.

Por suerte las cosas no fueron a mayores y actuando con cuidado pudieron levantar mi temperatura. Horas más tarde yo me encontraba cubierta con las mantas y tomando una taza de chocolate caliente frente a la estufa.

-- Que susto me pegue -- dijo Teresa con sus manos en la frente.

-- Si, pero la pregunta aquí es ¿cómo no te diste cuenta que tenías la ventana abierta? -- dijo Camila mirándome.

-- No sé, simplemente no me di cuenta -- le dije encogiendome de hombros.

Teresa suspiro pensando un poco, si mi salud continuaba si llegaría el momento que no podrían hacer nada y terminaría falleciendo en una hipotermia severa así que era necesario que tuviera más vitaminas en mi cuerpo así que al día siguiente decidió ir a hablar con una doctora conocida.

-- Y dime, ahora que conoces la situación de mi hermana, ¿qué me recomiendas para tratar este problema? -- dijo Teresa hablando con esta doctora que se llamaba Mónica.

-- Bien, por lo que me cuentas es una situación algo grave para una chica de 14 años, sería bueno que tomara unas medicinas diarias para ayudarla pero es más importante aún que se someta a un tratamiento. El tratamiento consiste en unas inyecciones diarias qué se le dará por una semana, estas inyecciones ayudan que su metabolismo se empiece a hacer poco a poco más resistente -- dijo Mónica con un vocabulario que cualquiera entendería.