14- La realidad

1.2K 123 9
                                    

—¿Qué información tiene Ranpo?— preguntó Dazai con aires de tranquilidad como sí el asunto hubiera dejado de ser importante. Sus manos posicionadas detrás de su cuello, sosteniendo su nuca y sirviendo como soporte mientras se recargaba hacia atrás en su asiento en ese peculiar café que sus compañeros y él visitaban a menudo.

Chuuya estaba a su lado, sus delgadas manos sostenían una tasa llena de té verde con un olor exquisito. Habían pasado un par de días desde el incidente , así que había recuperado su color perdido debido a la droga; ni siquiera se presentaron síntomas secundarios y parecía que todo estaba en orden. A diferencia de él, ella estaba realmente atenta a la respuesta que pudieran dar sus acompañantes.

Yosano fue la primera en tomar la palabra sonriendo con dulzura. —Tratándose de Ranpo, lo más probable es que ya sepa todo, incluído el sitio en el que se ocultan y algún punto clave para hacerlo caer…— ella suspiro antes de continuar —Sin embargo, parece que no está dispuesto a soltarlo todo… Sí me preguntas, no sé a qué está jugando.

A decir verdad, era extraño. Al principio Ranpo estaba motivado y dispuesto a ayudar, pero ahora el asunto perdió su interés por lo que recientemente parecía que solo quería ser un espectador, esperando a ver un gran espectáculo.

Kouyo se había mantenido callada, solo escuchando el intercambio, pero con las circunstancias sin un avance significativo solo la hacia enojar. —Olvidémonos de él por el momento… Estoy segura de que Dazai podría encontrar a Ishihara con la misma facilidad. Entonces, ¿Porqué no has hecho nada?

El castaño no podía seguir con su desinterés después de que la conversación se dirigió a su dirección.

—No es que no quiera hacer nada… Pero no está de más descansar por unos días, después nos ocuparemos del asunto.

—¿Después?— se quejó la fémina enarcando su delgada y bien delineada ceja, antes de finalmente añadir con un tono de ironía que reflejaba su irritación. —¿Estás ayudando o estorbando?

Chuuya estaba a punto de mediar entre ambos para calmar las pequeñas tensiones y controlar el mal humor de su maestra, sin embargo el ruido de su teléfono la distrae de su labor, y al mismo tiempo distrae a los otros.

Saca el dispositivo observando la pantalla algo sorprendida por la repentina llamada. Después de unos segundos su rostro se vuelve pálido comparado a una hoja de papel completamente blanca. Dazai nota el leve temblar de sus labios, al parecer queriendo decir algo, pero sin lograr sacar las palabras.

—¿Qué sucede Chuuya?— pregunta lleno de incertidumbre, su corazón se siente tan pesado de repente con solo ver el rostro de la chica que aún después del llamado continúa perdida en sus pensamientos. Chuuya solo le dedica una mirada que no dura casi nada y finalmente niega con la cabeza antes de responder.

Es Mori- San— ese nombre fue como pronunciar el nombre del mismísimo diablo, pues de inmediato cada uno de ellos se puso blanco.
El asunto era que el jefe de la Port Mafia no se había involucrado en lo sucedido desde que Chuuya se transformó en una mujer, ni siquiera había tenido un poco de interés por verla, así que, ¿Qué había pasado para que de repente quisiera hablar directamente con ella?

Solo había una forma de averiguarlo...

Con un ligero movimiento de sus dedos respondió la llamada y se aclaró la garganta.

—Jefe...— susurro en un intento de saludo formal.

—¡Oh!, ¿Chuuya?— el hombre del otro lado pronunció con duda en su tono de voz.

—Soy yo...— Chuuya no tenía la intención de ocultar nada y sin embargo, por algún motivo decidió evitar poner la llamada en altavoz, así que ninguno de sus acompañantes podría escuchar la conversación por mucho que lo intentarán; después de todo, el café estaba muy animado y no sería posible callarlos a todos. Al final no podían hacer más que mirar con frustración y reproche, esperando a que esto terminará con rapidez.

No Es Para Tanto {soukoku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora