13- Ambición y capricho: La presa de un juego

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—¿Cuánto tiempo continuarás con tu berrinche?— pregunta Endo observando a quien se supone que es su jefe.

Ambos se encontraban completamente solos en una habitación espaciosa, con varios aparatos eléctricos, que el líder utilizaba para distraerse cuando estaba aburrido. Ishihara estaba pegado a la pantalla del televisor desde que regresó de la fiesta; era de madrugada por lo que solo veía anuncios comerciales de productos que probablemente nunca compraría.

El subordinado cansado de la actitud infantil del hombre fue a buscarlo para intentar sacarlo de la habitación y hacer que vuelva al trabajo o al menos a dormir, pues fue una noche agitada.

—Se escapó— susurro finalmente con un puchero de niño al que no le habían comprado su dulce. La verdad es que no podía dejar de pensar en el rostro ruborizado de Chuuya cuando se reunió con ese desconocido y le frustraba saber que era importante para ella.

—Si me hubieras avisado, eso no hubiera pasado— comenta cierta chica ingresando en la habitación. Al parecer había estado escuchando detrás de la puerta y busco la oportunidad para quejarse de que su líder la dejó de lado.

—No quería privar de tu belleza a los invitados— responde como sí fuera la mejor justificación a sus decisiones de no informarle sobre lo que sucedía mientras ella se encontraba en la fiesta.

—Estupideces.

—Tengo una duda— interrumpe las quejas el de cabello platinado; la verdad es que los planes de su jefe se estaban volviendo complicados y todo debido a una persona —¿Porqué la obsesión por Nakahara Chuuya?; Todavía hay posibilidad de que sea alguien más.

—Solo quiero casarme cuánto antes— responde pensativo y analizando sus propias palabras —Pero no pretendo que sea con cualquier persona, a pesar de que mi padre dice que da igual de quien se trate.

—No lo vas a convencer de quedarse a tu lado— dice Yoko sin ánimos —Si hubieras buscado a una mujer, sería más fácil… Él es muy fuerte y terco.

—La realidad es que no había necesidad de buscar una mujer, pues mi habilidad convertirá a un posible candidato en una… Y lo único que pretendo con esto es conseguir un futuro heredero con un poder sin igual… Dos usuarios de habilidad procreando; ¿Cuál será el resultado?

—¿Enserio crees que es la adecuada?— vuelve a preguntar Endo sin apartar la mirada del azabache, quien alza los hombros como sí la cuestión no tuviera importancia y luego responde con voz serena.

—Me ha gustado y quiero que sea ella.

—¿Cómo lograrás que te obedezca?, No hay forma…

—Seguiré intentando; incluso sí tengo que llegar a un acuerdo con Ōgai Mori… Porque ella no se negara a una orden de su jefe.

Una sonrisa se planta sobre los labios de Ishihara, mientras piensa en algo de valor que pueda intercambiar por un subordinado de Mori. Será complicado llegar a un acuerdo, pues Chuuya es un arma irremplazable para la mafia; regularmente es un as bajo la manga que utilizan cuando están en conflicto con alguna otra organización.

Piensa en la posibilidad de reunirse con aquel imponente mafioso y no evita ponerse nervioso, porque probablemente lo considere un enemigo y no dudará en atacarlo; se estaría jugando la vida por una chica. Ni en secundaria había llegado a tanto…

Pero ahora, en verdad quería ser poseedor de esa habilidad para manipular la gravedad. Tendrá que arriesgarse.

Hermana…— habló Shintaro hacia Yoko, que en realidad no era miembro de su familia, pero el tiempo juntos los había vuelto unidos, y el hombre, comenzó a considerarla como tal.  Su rostro era serio, así que la chica escuchaba con atención, esperando con ansias lo que probablemente seria una orden que debía cumplir sin rechistar. —Quiero que lleves una carta al jefe de la Port Mafia.

No Es Para Tanto {soukoku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora