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Shang Qinghua está a punto de matar a alguien.

No importa si su víctima termina siendo alguno de los sirvientes que lo están atendiendo, Haowan quien trata de distraerlo, la anciana que prepara un brebaje, alguno de los guardias que lo custodia o el mismísimo Mobei-Jun; Shang Qinghua solo sabe que aquí correrá sangre ajena si su marido no vuelve pronto con Mu Qingfang y Shen Qingqiu.

Durante días se mantuvo con dolores recurrentes, lo que sería el equivalente a contracciones en su caso. La cosa es que estos pese a ser molestos no llegaban a ser insoportablemente dolorosos o no al menos hasta la noche en que estos se intensificaron volviéndose un verdadero martirio hasta que algo dentro suyo fue golpeado con la fuerza suficiente para hacerlo gritar.

Mu Qingfang le hablo sobre posibles dolores cuando la fecha del parto estuviese cerca esto debido a que el bebé buscaba la forma de acomodarse para poder salir esto debido a que pese a lo inusual de las condiciones en que se dio todo, al final del día seguía siendo un embarazo. El bebé buscaría salir por la abertura más cercana, lastimosamente Shang Qinghua no cuenta con una abertura por la que pueda expulsarle lo que solo trae más incomodidades para ambos individuos, sobre todo para él que ejerce el papel de madre.

El bebé tal como se predijo se había estado comportando más inquieto que antes, también consumía más energía espiritual de la normal llevando a su núcleo a un estado de inestabilidad en el que nunca antes había estado. Únicamente le quedaba meditar de vez en cuando cada que sentía que su dantian se descontrolaba por lo que la concentración y los ejercicios de respiración se convirtieron en la única manera de calmarle, misma que no servía de mucho cuando su hijo se descontrolara haciendo que al final Shang Qinghua se tirara exhausto a la cama al verse incapaz de seguir con ello.

De un tiempo para acá de verdad todo lo que hacía se resumía en comer y dormir, contando con sus pocas horas de actividad al día que usaba entre meditar y organizar las cosas para la llegada del bebé.

En realidad, solo dirigía, pues al final era Mobei-Jun quien terminaba haciendo todo el trabajo por él.

Mobei-Jun por su parte le siguió dando energía yin con la cantidad aumentando cada día, dado que aparentemente el sentir a su padre alimentándolo es lo único que logra apaciguar a la pequeña bestia dentro de él.

Si alguna vez hizo sufrir a su madre de esta manera cuando ella lo estaba esperando, ahora Shang Qinghua está pagando su karma con su propio hijo.

Y vaya que lo paga caro.

Claro que estuvo feliz cuando hace más de un mes empezó a sentir aquellos dolores, ya que esto significaba que le quedaba poco tiempo para que su hijo naciera. Al no contar con un tiempo estimado de meses en específico como es el caso de las mujeres en un embarazo común, los dolores de este tipo de contracciones son lo único que le sirve como indicador de que la hora se acerca. Sin embargo, su felicidad fue desapareciendo a medida que los dolores llegaban cada vez con más fuerza y el bebé no salía.

Entonces así era como se sentía Rachel en Friends. Con razón buscaba inducir el parto de cualquier manera posible.

Ahora solo deseaba que ese pequeño engendro naciera y él pueda descansar de todo esto. Ama a su hijo, quiere conocerlo, pero también le gustaría dejar de sentir que se está desgarrando desde el interior.

También sería agradable volver a ver sus pies. Ya se le olvidaron como solían ser estos.

Un dolor agudo lo atraviesa desde la vejiga hasta la punta de los pies. Lanza su cabeza hacia atrás ante el dolor logrando solo que esta se golpeara con fuerza contra la incómoda almohada.

Un narciso que brota en invierno; svsssDonde viven las historias. Descúbrelo ahora