🌙 Un caldero fisgón 🌙

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Castillo Del Emperador.

Hunter término de revisar el patrón de glifos que había hecho en una hoja.

- Eso... Ya esta...- sonrió el rubio, había hecho dos patrones de glifos de hielo juntos en el borde de un circulo grande, activo esta misma y del glifo se creo una escultura de hielo con forma de un árbol.

- Jaja~ eso es~ - sonreía Hunter victorioso - Mira esto Rascal, ¿que te parece?.

El cardenal se acerco al escritorio, voló hacia el hombro de su dueño y le pío en respuesta.

- Ah... Cielos, tengo mucha suerte en que Belos ya no busque por mi, Kikimora ha dejado de molestar y bueno... Hasta ahora todo pinta bien - sonrió el rubio, tomo al cardenal en sus manos y lo dejo en su cama.

- Iré a comer, tu quedate aquí, ¿ok?- le pedía Hunter al cardenal, este pío en respuesta, en cuanto el rubio fue de salida de su habitación y cerro la puerta, el cardenal voló hacia la ventana, empujando la misma con su pequeña cabeza para abrirla lo suficiente para salir en un pequeño espacio.

El palisman bajo poco a poco, el castillo estaba dividido por zonas, y aunque parte de este pertenecía al Aquelarre y sus actividades, la otra era el uso personal del emperador.
El cardenal logro llegar a un pasillo donde las ventanas estaban abiertas, estaba vacío el sitio pero habían varios tubos que pasaban entre las paredes y techos.
El pequeño Rascal logró llegar a una habitación donde habían varios libreros llenos de libros, además de mapas y un escritorio ocupado de planos.

Rascal desde su perspectiva, no entendía nada de eso, pero los planos mostraban el prototipo de una llave.
El cardenal regreso su vuelo hacia otras habitaciones, se detuvo para ver una especie de taller donde habían varias piezas en el suelo y mesas, además de herramientas en cajas y otras mas llenas de material o piezas.

Rascal dio un par de saltos para tomar impulso y regresar su vuelo hacia una ventana abierta.
Sobrevoló sobre un grupo de guardias que parecía estar entrenando, incluso otros estaban ayudando a sacar de unos carruajes a algunos abominables que venían de un carruaje que tenia por leyenda hacia un costado "Industrias Blight".

El pequeño cardenal llego hacia una nueva habitación, esta de apariencia mas elegante y sin personas en su alrededor.
Un piso de mármol además de un estilo victoriano de cama y muebles, un candelabro de cristal donde Rascal logró mantenerse ahí.

El pequeño cardenal pío levemente, ¿a donde se había ido su compañero?
Rascal aterrizo en un mueble a un lado de la chimenea, el pequeño talismán se picoteo bajo el ala y vio alrededor.
Además del sonido casi sepulcral del sitio, lo único que podía escuchar era el crujir de la madera en la chimenea.
Rascal regreso su vuelo hacia abajo, aterrizando en un escritorio.
El pequeño palisman dio unos pequeños brincos y se sentó sobre una especie de caja brillante, esta se abrió por el peso del palisman y este voló algo apresurado hacia la silla.
Se giro para ver que le habia causado ese susto.

Rascal ladeó la cabeza y uno de sus ojos brillo, dentro de aquel alajero de metal se encontraba dentro una especie de fotografía tomada en una época muy distante, pero Rascal reconoció esa extraña foto de colores amarillentos y oscuros a un viejo compañero suyo.

Rascal salto hacia el escritorio y luego hacia el borde de la caja, este pío y vio hacia la fotografía.
En esta habían dos hombres sonriendo a la cámara, uno de ellos estaba sujetando bajo el brazo un cuaderno de notas, el otro le tomaba del cuello para que viera hacia la cámara, ambos sonriendo aunque uno de ellos de forma nerviosa.
La única diferencia entre ellos, era el corte de cabello. El de la derecha era un poco mas bajo, de cabello alargado y hondulado, a su izquierda, un hombre de cabello corto y en su hombro estaba el pequeño Rascal.

🌙 Hechicería Salvaje 🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora