🌙 Hechicería Salvaje 🌙

🌙 Términos de Brujería 🌙

Conformatorio.

Entre celdas ocupadas por algunas brujas rebeldes, y otras vacías, en el tercer piso del conformatorio se encontraban descansando en una celda sin compañía a los costados, los tres discípulos de Raine Whispers, integrantes del antes B.A.T.S, un grupo rebelde que terminó tras las rejas.

Katya se encontraba sentada en el suelo con la espalda entre la pared, Derwin mantenía una siesta en una de las camas litera de madera, no era lo más cómodo pero no quería dormir en el suelo frío de concreto.
Amber se encontraba dibujando en la pared con un pedazo de tiza, simplemente quitándose parte de su ansiedad del silencio haciendo garabatos contra las paredes de la celda.
Dibujando algunas casas de forma infantil y se atrevió a hacer "grafiti ofensivo" al dibujar a un Belos siendo electrocutado por una nube tormentosa.
Le puso el fino detalle de que en ves de ojos, habían equis enormes en su cara.

Katya viendo a ese dibujo, sonrió divertida, al menos Amber no perdía su sentido del humor por estar encerrada.

- Cómo me gustaría poder tener hojas para escribir alguna historia - suspiro Katya viendo hacia arriba, al techo - ¿Te conté de la última idea que tuve ayer? Que frustrante no poder tener el medio dispensable para la inspiración repentina de un artista.

Derwin se sentó en la cama de madera, colocándose sus lentes para tomar atención.

- ¿Cuál de las dos?- pregunto el muchacho del trío - ¿La de tu idea de que algún soldado estaba enamorado de una prisionera o la de la pareja de guardias que se estaban halagando sospechosamente atrayente en el pasillo?

- La segunda no era una historia, era una realidad - señalo Katya - Yo los escuché. Se estaban riendo como unos acaramelados de closet.

- Es triste que estén en el closet - dijo Amber mientras dibujaba con la tiza blanca a una parejita de soldados que se tomaban de la mano y estaban rodeados entre corazones de diversos tamaños.

- Hah!- se rió a lo alto Katya - Toma esa, aquelarre del emperador.

Se burló en aires de grandeza Katya.
Unos pasos se escucharon por el pasillo, Derwin dirigió la vista hacia un lado, pensando que ya debía ser hora que les entregaran el almuerzo.

Sería una pequeña prisión para los "malos ejemplos" pero la comida era buena y si te portabas bien, te daban un pastel de sangra- arandanos para la cena.
Pero no eran soldados los que llegaron frente a su celda, el trío de rebeldes giro extrañados al ver a dos personas.
Una era bajita, la otra era alta.

- ¿Que tanto miran?- cuestionó Amber - ¿Que nunca en su vida han visto a prisioneros jóvenes en el conformatorio?

Katya fue la primera en levantarse del suelo, entrecerrando los ojos y se frotó estos con las manos para asegurarse de que no estaba alucinando.

- . . . ¿Raine?- pregunto Katya.
Tanto Derwin cómo Amber se giraron de forma apresurada, solo para ver qué el enigmático extraño se retiro la capucha de su cabeza, y en efecto, Raine sonreía aliviado al ver de nuevo a sus jóvenes bardos rebeldes.
Ante eso, las puertas de la celda se abrieron y Raine no dudo en adentrarse con brazos extendidos.
Derwin, Amber y Katya se lanzaron hacia el individuo en un abrazo grupal.
Diría que hasta se les escaparon unos sollozos en ese reencuentro.

Raine acariciaba la cabeza de Amber y Derwin mientras que Katya abrazaba al bardo con un nerviosismo de nostalgia.

- Santo titán... Que bueno que están aquí...- suspiro Raine - De verás lo lamento, yo... Yo los metí aquí sin pensar bien en ese plan.

- ¿Raine, que haces aquí?- pregunto Derwin - Creíamos que seguías en tu celda separada en los pisos superiores.

Los tres alumnos se separaron para ver mejor al bardo, Raine giro la cabeza y asintio con esta. Eberwolf se descubrió de su disfraz y ronroneo interesado.