Llegastes cuando te necesitaba

Capitulo 35: boda

Bella pov.

¿Que tan rápido podía pasar él tiempo? Recuerdo con claridad cuando mis padres me dijeron que tendríamos que mudarnos a Forks y estaba nerviosa por mis sentimientos hacía Edward, Casi dos años y medio había pasado desde que llegamos a Forks, me miro en él espejo y veo mi mamá peinándome. Mi padre entra con una sonrisa donde muestra sus hoyuelos.

-Cuando le dije a Eddie que te tenía que respetar hasta que se casaran, nunca me imagine que se lo tomaría enserio, él me ha robado a mi niña.-rió ante las palabras de mi papá oso.

-Osito tenias que decirle que nuestra pequeña se casaría con él cuando tu estuvieras muerto.-agregó mi mamá, Alice entró con una sonrisa. Habíamos pensado que los Vulturis eran el peligro por mucho tiempo pero estabamos equivocados, Aro solo tuvo curiosidad por nosotros, atacarnos sería en vano y menos por mi escudo.

-Ya sabes hija te hace daño y quedará castrado de por vida.-dijo papá con una sonrisa maliciosa, negué con la cabeza.

-Descuida papá si me hace daño, Edward quedará castrado por mi.-comente.

-Cambiando de tema, te queremos dar un regalo.-dijo extendiendo una caja la agarre y la abrí, dentro de la caja había dos grandes horquillas plateadas con un zafiro azul oscuro en el centro y un intrincado detalle floral en los dientes.  

- Mamá, Papá... Gracias.-dije sorprendida. Mis padres salieron para que Alice me siguiera ayudando en arreglarme, Alice se puso detrás de mí y arreglo la falda. Puso la cola del vestido y el velo. Y salió de la habitación. Ella volvió junto con mi padre con cuatro flores blancas. El olor a rosas, amapolas y fresia me envolvió. Mi mamá Estaba tocando en el piso de abajo. El canon de Pachelbel. Yo empecé a híper‐ventilar  

-Tranquila, Bells.-trato de tranquilizarme.

-Sería mas fácil con Jasper.-dije tratando de controlar mis nervios, papá rió.

-Te aseguro que estaría con su cara de amargado.-ambos reímos mientras Alice nos fulminó con la mirada.
La música cambio en una nueva canción. Emmett cogió mi brazo.  
Y empecé a caminar por la habitación con mi padre unido por mi brazo.  
La música llenaba todo el hall. La fragancia de millones de flores flotaba por las escaleras. Me concentré
en la idea de Edward para que mis pies se arrastraran por el camino.  
La música me era familiar. La marcha tradicional de Wagner embellecía todo.

-No dejes que me caiga, papá.- susurré.

-Nunca pequeña.-colocó mi mano por su brazo y luego la agarró fuerte.  
Un paso por vez. Me dije como comenzamos a descender al ritmo lento de la marcha. No levanté mis ojos hasta que mis pies estuvieron seguros sobre la tierra plana, aunque yo pudiera oír los murmullos y el
crujido de la audiencia centrando la vista en mí.

En cuanto mis pies descansaron sobre el pie de la escalera, le busqué. Durante un breve segundo, me
distraje con las guirnaldas y las flores blancas colgadas por todo el cuarto. Pero entrecerré mis ojos cuando
comencé a caminar entre las sillas cubiertas de satén, ruborizándome más profundamente cuando los
rostros se fijaron en mí,hasta que yo lo encontré por fin, estaba de pie antes de un arco que se desborda
un montón de flores enmarañadas.  
Yo estaba apenas era consciente de que mi abuelo estaba a su lado, para  y el padre de Ángela detrás de ellos. Mi mamá estaba tocando él piano me sonrió. Todo que yo realmente vi era la cara de Edward; esto llenó mi
visión y abrumó mi mente. Sus ojos eran un de el más oro ardiente; su cara perfecta era casi severa con la
profundidad de su emoción. Cuando sus ojos encontraron los míos, el sonrió mientras tomaba aire.  

La marcha era demasiado lenta luché contra mis pasos para ir a su ritmo. El pasillo era muy corto. Y luego,
al final... al final yo estaba allí. Edward ofreció su mano. mi papá tomó mi mano y, en un símbolo tan viejo
como el mundo, lo colocó en la de Edward. Cuando toque la dura y fría piel de Edward, sentí que estaba en
casa. Nuestros votos eran los tradicionales, aunque nunca importaban tanto como para una pareja de nuestro tipo. Nosotros habíamos pedido a Sr. Weber hacer un cambio en los votos. En vez de " antes de que la muerte nos lleve" dijo el más apropiado "tanto tiempo como vivamos." En aquel momento, cuando el dijo su parte.

-Si quiero.-Dije segura. Mirando sus ojos hasta que vi reflejada mi cara.
Cuando era su turno de hablar las palabras salieron claras y victoriosas.  

-Si quiero.-Dijo. El señor Weber nos declaro marido y mujer, entonces la manos de Edward recogieron mi cara, con cuidado, como si se tratara de delicados pétalos. Y acercó nuestras cabezas. Sus ojos dorados miraron mis ojos como si ellos también quisieran derramar lágrimas, si no fuera imposible. El me estrecho contra su cuerpo y yo pase mis brazos por su cuello.  El me beso despacio y con adoración, yo olvide todo, el lugar, el tiempo, la razón... solo recordaba que lo amaba y que el me quería a mi, yo era suya. El culmino el beso, y tuvo que terminarlo.  
Me abracé a el mientras nos reíamos suavemente, sin hacer caso de como la audiencia se aclaraba la
garganta sobre todo mi padre. Finalmente, sus manos frenaron mi cara y nos separamos ‐ demasiado pronto ‐ para mirarnos.
Sobre la superficie de su sonrisa atisbe a ver una sonrisa satisfecha. Por debajo de su hospitalidad y
amabilidad frente al público me lleno de felicidad.  El público rompió en aplausos y el giro nuestros cuerpos a nuestros amigos y familiares. Yo no podía quitar mi mirada de el.  

Todas las tradiciones estándar se mantuvieron. Estaba cegada por los flashes cuando sujetábamos el
cuchillo sobre el gran y majestuoso pastel, pensé, que era algo increíble para nuestro grupo íntimo de
familiares y amigos. Al terminar de cortar el pastel, Edward y yo estábamos empujando trozos de pastel a los invitados: Edward tragó su parte con incredulidad. A la hora de aventar el ramo, lo tire con habilidad
atípica, justo en las sorprendidas manos de Nessie. Jacob y Jasper aullaban con risa hacia mí, mientras
que Edward me quitaba liga prestada de Alice, que bamboleo hasta llegar a mí tobillo, cuidadosamente con sus dientes. Edward y Jacob habían generado una amistad después de todo Nessie y yo somos unidas así que cuando Jacob acompañaba a Nessie y la esperaba siempre nos agradecía por proteger a Nessie el día en que James apareció. cuando la música empezó, Edward me tiró en sus brazos para la primera danza habitual; me fui
voluntariamente, feliz por
tenerlo sosteniéndome. El hizo todo el trabajo, y yo sin esfuerzo bajo el resplandor de un dosel de luces
brillantes y los destellos de las cámaras, me dejé llevar.

Vi en dirección a Nessie y Jacob ambos se encontraban felices, Garrett y Kate bailaban riéndose, Irina y Laurent ambos con una sonrisa en su rostro, las hermanas Denali la habían pasado mal con la muerte de Tanya, sus errores le habían costado caro, pero al menos tuvieron a alguien que los apoyara, Ángela baila con.

-¿Disfruta de la fiesta, la señora Cullen?.- me susurro en mi oído, reí. -Esto va a tardar solo un rato.- me recordó.

-Si, de seguro mi papá no te permitirá llevarme lejos.-bromee viendo a mis padres, Edward hizo una mueca.

-Aun no supera que le haya robado a su niña.-rió entre dientes. Después de un rato de bailar nos sentamos a platicar con Jacob y Nessie. Mi papá empezó con una cuchara de té a golpear la copa, estaba con una mirada seria.

-Espero que por tu bien Edward Cullen cuides bien a "mi hermanita", porque si la haces sufrir te juro que estarás tres metros bajo tierra.-después sonrió mostrando sus hoyuelos.-También estoy agradecido se que tu la harás feliz, solo espero no encontrarlos en una escena de sexo.-hizo una mueca.-seria malo para mi salud mental.-agrego fingiendo horror, lo fulmine con la mirada para que no agregara nada mas a su discurso.

-Se que Edward sera un buen esposo, porque ya sabe que le pasara si hace sufrir a mi hermanita, siempre tuve la sospecha de que ellos sentían algo incluso al principio quise matar a Edward pero se que es la felicidad de mi hermana pequeña.-dijo mi mamá con una sonrisa,.se que mis padres querían decir "mi pequeña hija" pero no se podía debido a los invitados humanos.

-Es algo extraordinario conocer a alguien con quien puedas compartirlo todo, que te acepta tal como eres, Bella, Llegastes cuando te necesitaba Fuiste la calma de mi tormenta, y la que se encargó de devolverle los colores a mi vida llena de tonos grises. Me iluminaste con tu hermosa luz, y desde entonces ya no hubo más oscuridad en mí. Me hiciste sentir tantas cosas, que a veces sentía que no podía lidiar con tantas cosas dentro de mí, sentía miedo, y quería salir corriendo, pero luego te veía y pensaba en que por ti valía la pena correr el riesgo, y pelear cualquier batalla que viniera. Asi que propongo un brindis por mi hermosa esposa.-Sonreí, mientras mi padre fingía llorar de emoción, hasta que mi mamá lo calló de un golpe.

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Pido disculpas por no actualizar pronto pero no tenía inspiración quiero decirles que sólo nos falta un capitulo y tres epílogos para que termine la historia, tal vez les parezca raro de ¿Porque tres epílogos? Pero pronto lo entenderán, también estoy emocionada he subido una nueva historia de Alice y Jasper.