Capítulo 33: Frente a frente

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Bella pov.

-Sin duda fue más rápido con tu método.-dije mientras me bajaba de su espalda, nosotros nos reunimos con Nessie y Jacob ellos estaban alejados del claro.

-Si que son rápidos.-comento Jacob mientras tenia un brazo sobre los hombros de Nessie.-Quiero que la protejas, chupa.. Auch.-se quejo por él golpe de mi amiga, reí entre dientes.- Edward, Nessie es lo más importante para mi.-dijo Jacob dirigiéndole una mirada significativa a Nessie.

-lo entiendo.-dijo Edward agarrando mi mano. Jacob se transformó en lobo y se dirigió al claro

-El primer grupo está en el claro. Podemos escuchar la pelea.-
Los dientes se me cerraron de forma audible. Se rió una vez.

-Podemos oír a Emmett... Se lo está pasando genial.

-En estos momentos debe ser el más emocionado.-sin duda mi padre disfrutaría la pelea.

Edward gruñó.-Uno de los neófitos ha descubierto nuestro olor y Leah le ha
tumbado antes de que ni siquiera pudiera volverse. Sam le está
ayudando a deshacerse de él. Paul y Jacob han cogido a otro, pero los demás se han puesto a la defensiva. No tienen ni idea de qué hacer con nosotros.-Sus manos todavía sostenían las mías y yo entrelacé mis dedos con los suyos. Al menos, él no estaba allí abajo pero mis padres, mis abuelos, Alice y Jasper, la única advertencia fue la súbita ausencia de sonidos. ¿Habían pasado dos segundos completos? Me habían parecido horas. Edward se puso delante de mí y de Nessie, en una postura que yo conocía muy bien. Alguien o mejor dicho dos venían hacía nosotros, Edward adoptó una posición defensiva, medio agachado, con los brazos adelantados ligeramente,

-¿Quién es?.-murmuré. Las palabras salieron entre sus dientes con un rugido más alto de lo que yo esperaba.
Demasiado alto. Eso quería decir que ya no había posibilidad alguna de esconderse. Estábamos atrapados y daba igual quién escuchara su respuesta.

-Victoria.-contestó, escupiendo la palabra como si fuera una maldición.-No está sola. Nunca tuvo intención de participar en la lucha, pero seguía a los neófitos para
observar. Cuando percibió mi olor, tomó la decisión de seguirlo.

El cuerpo de Edward se movió,pero me permitió saber hacia
dónde mirar. Observé las sombras oscuras del bosque. Dos vampiros se deslizaron con lentitud dentro de la pequeña abertura, con los ojos atentos, sin perder nada de vista. Brillaban como diamantes
bajo el sol. Apenas pude echar una ojeada al chico rubio; porque sí, era sólo un chico, a pesar de  su altura y su musculatura. Sus ojos, del
color rojo más intenso que había visto nunca, no retuvieron mi atención, y pese a ser el  que estaba más cerca de Edward, y el peligro más cercano, casi no le vi...... porque a pocos metros y algo más atrás, Victoria clavó su mirada en la mía. Su pelo de color anaranjado era más brillante de lo que recordaba, parecido a una
llama. No había viento, pero el fuego alrededor de su rostro parecía hacerle titilar un poco, como si estuviera vivo.

Tenía los ojos negros por la sed. Había una sorprendente cualidad felina en el modo en que acuclillaba el cuerpo, como una leona a la espera de la
oportunidad para atacar. Su mirada salvaje e inquieta fluctuaba entre Edward, Nessie yo, pero nunca descansaba en él más de medio segundo. No podía apartar sus ojos de mi rostro y él de Nessie. Emanaba tensión de un modo que parecía casi visible en el aire. Podía sentir el
deseo, la pasión arrolladura que la tenía bien aferrada en sus garras. Supe lo que estaba pensando, casi como si yo pudiera oír también sus pensamientos. Estaba tan cerca de lo que quería, mi muerte y él de Nessie,
Su plan era tan obvio como práctico. El chico rubio y grande atacaría a Edward, y ella me liquidaría tan pronto como Edward estuviera suficientemente distraído. Sería rápido, porque no le quedaba mucho tiempo para juegos, pero también
definitivo, solo había un problema para ella, mi don.

¡Edward! Concentrate en el rubio, yo me encargare de distraer a Victoria.

-Ni lo pienses.-gruño Edward apretando sus dientes.

Su plan es sencillo, mientras él te distrae ella aprovechara para atacarnos, tal vez no recuerde todo pero confía en mi.

Edward solo asintió a regañadientes, no teníamos previsto que Victoria trajera a un acompañante. El chico rubio miró a Victoria por el rabillo del ojo, esperando una orden. Era joven en más de un sentido. Edward sabría cómo deshacerse de él. Victoria proyectó su barbilla hacia Edward, ordenando al chico, sin palabras, que atacara.

-Riley.-dijo Edward con voz dulce, suplicante. El joven rubio se quedó helado, con los ojos dilatados por la sorpresa.-Te está mintiendo, Riley.-continuó Edward.-Escúchame. Te miente del mismo modo que mintió a los otros que ahora están muriendo en el claro. Tú ya sabes que ella los ha engañado, porque te ha utilizado para ello.-La confusión se expandió por el rostro de Riley.
Edward se movió unos cuantos centímetros hacia un lado y Riley compensó el movimiento de modo automático ajustando de nuevo su posición, yo veía fijamente a Victoria.

-Ella no te quiere, Riley.-la voz de Edward era persuasiva.-Nunca
te ha amado. Victoria amó una vez a alguien que se llamaba James y tú no eres más que un instrumento para ella.-Cuando dijo el nombre de James, los labios de Victoria se retrajeron en una mueca que mostraba todos sus dientes. Sus ojos continuaron clavados en mí. Riley lanzó una mirada frenética en su dirección.

-¿Riley?.-insistió Edward. Riley volvió a concentrarse en Edward de forma instintiva.-Ella sabe que te mataré, Riley. Quiere que tú mueras, para no tener que mantener más su fachada. Sí, eso sí lo ves, ¿verdad? Ya has notado la renuencia en sus ojos, has
sospechado de esa nota falsa que se percibe en sus promesas. Llevas razón. Ella nunca te ha querido. Todos los besos y todas las caricias no eran más que mentiras.- Edward trasladó su peso de nuevo unos cuantos centímetros más hacia el muchacho
y se apartó otros tantos de mí.
La mirada de Victoria se ajustó al espacio que se había abierto entre nosotros. Le llevaría algo de tiempo matarme a mi y a Nessie, y sólo necesitaba el más pequeño atisbo de
oportunidad para hacerlo. Riley volvió a cambiar su posición esta vez con más lentitud.

-No tienes por qué morir.-le prometió Edward, con los ojos fijos en los del
muchacho.- Hay otras formas de vivir distintas a la que ella te ha enseñado. No todo son mentiras ni sangre, Riley. Puedes seguir un camino nuevo desde ahora. No debes morir por culpa de sus engaños.-Riley apretó la mandíbula y cuadró los hombros. Sus ojos se vaciaron de todo tipo de
confusión o de sospecha y de cualquier otra clase de pensamiento. Se tensó para atacar. El cuerpo de Victoria parecía temblar de tan agazapada como estaba.

Edward no le quedó de otra que enfrentarse contra Riley, cuando Victoria quiso atacarme mi escudo hizo presencia, al parecer mi don se expandía por si solo, Victoria gruño.

-¡No!.-gritó Victoria, contrariada, con su voz aguda por la incredulidad.

-Nessie necesito que te quedes atrás de mi.-ella iba a refunfuñar pero no le di tiempo. Edward logro arrancarle un brazo a Riley lo provocó un horrísono y chirriante alarido de dolor. Otro gran trozo blanco y pesado cayó en el bosque con un golpe sordo. Riley rugió de furia y Edward saltó hacia atrás, mientras el neófito lanzaba un golpe hacia él con la mano destrozada. Victoria se abrió camino en zigzag hacia el extremo más lejano del pequeño claro. Estaba dividida: sus pies la empujaban hacia la seguridad, pero sus ojos mostraban su  ansia al clavarse en mí como si fueran imanes, atrayéndola hacia mi lugar. Podía ver  cómo luchaban en su interior el deseo ardiente de matar contra el instinto de supervivencia.

-No te vayas, Victoria.-murmuré al verla irse.-Nunca tendrás otra oportunidad como ésta.-Ella me mostró los dientes y siseó en mi dirección.-nunca más volveremos a estar frente a frente como ahora.- se mostraba indecisa.

-¿Que estas haciendo?.- chillo Nessie viendo como Victoria quería atacarme.

-Tu solo quieres acabar conmigo y con Nessie, porque por nuestra culpa murió James.-Sonreí, ella me ataco primero agarrando mi cuello.

Llegastes cuando te necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora