Capitulo 25: que empieze la cacería

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Edward pov.

Manejábamos a toda velocidad por la 101. Nos dirigiríamos al norte tanto como nos fuera posible. Luego daríamos la vuelta y atacaríamos a James. O por lo menos ese era el plan… Emmett llevaba anudado en la cabeza y el cuello el pijamas que había tomado horas atrás.

Estaba seguro que podía percibir el aroma de Bella. Mi padre estaba sentado a mi lado. Viajábamos en silencio, bueno nadie decía nada en voz alta. Carlisle estaba preocupado por Esme y pasaba lo mismo con Emmett por Rosalie. Ellas viajaban al oeste y Victoria les pisaba los talones.
No redujimos la velocidad al llegar a Beaver o a Saphho ypreferimos seguir por la carretera al llegar a Port Angels. Debíamos tratar de llegar a Seattle antes del amanecer.

Ya no contaríamos con los cielos encapotados de Forks y el Jeep de
Emmett no nos serviría de escudo contra los rayos del sol, por lo que tendríamos que conseguir otro. James nos seguía a una cierta distancia, posiblemente corría por el Olympic National Forest. Aunque estaba seguro que podría darnos alcance facilmente había una razón por la cual no lo hacia…

-Maldito asqueroso.- Dije en voz alta.
Mi padre y Emmett me miraban ahora sorprendidos.-No quiere que lea sus pensamientos. Por eso no nos ha
dado alcance, por eso nos sigue a una buena distancia.-aclaré enojado.

-Se que lo encontraremos.-aseguró Emmett pensando en Bella. ¡Maldita rata astuta¡ que era James. Pero no le serviría de nada. Tendría que acercarse de todas formas y cuando lo hiciera yo podría sentirlo. Todo esto lo haría por Bella, nunca me perdonaría si algo malo le pasaba.

-Debemos seguir con el plan.-Dijo mi padre. Estábamos entrando a Seattle cuando empezó a aclarar.-Mantente el la 5-. Dijo mi padre mientras saltaba del carro. Le mire sorprendido, sus pensamientos cambiaban
drásticamente de dirección.
Voltee para ver como se perdía entre la ciudad.

-¿Donde crees que estará?.-dijo de pronto mi hermano sentándose a mi lado.

-No lo se, no puedo oírle.-respondí recordando cuando Bella era apenas una niña.

-¿Pero crees que nos sigue?.-sabia que Emmett estaba demasiado preocupado pero el aseguraba que todo iba a salir bien. De pronto detrás nuestro apareció un un Cadillac DTS plateado con los espejos polarizados.
Subió la velocidad y nos rebasó en un parpadeo humano.

-¡Carlisle!.-exclamamos al mismo tiempo sorprendida.

-¿Crees que lo ha alquilado?.- Pregunto Emmett. El coche era un lujo, estábamos seguros que su dueño no tardaría en hacer la denuncia.
Claro que para entonces ya nos encontraríamos muy lejos de
la ciudad. Dejamos el Jeep junto a un pequeño rastro para que James lo
siguiera.

-A situaciones desesperadas, medidas desesperadas.-Me había dicho mi padre.-Y además no encontré nada mejor.-Concluyó guiñandome un ojo.
Pero no pude seguir su buen humor.

-Todo saldrá bien hijo.- Mi padre conducía ahora, Emmett viajaba junto a el y yo me dedicaba a vigilar por el espejo retrovisor.

-Lo se Carlisle, lo se.- Le dije sin darme vuelta para mirarle. Tan concentrado estaba pensando en mi hermosa híbrida.

-Alice es juiciosa y astuta. No debes preocuparte por ella, Bella tampoco es débil.-suspire innecesariamente.

-Claro que si, mi pequeña osita es saca las garras cuando es necesario.-interfirio Emmett.

-Y James...-lo interrumpí.

-¡Padre, detente!.-Esto no es necesario. Yo… yo estoy seguroque todo resultará. Por favor solo quiero llegar de una vez…-Pobre de mi padre, el no quería.

Llegastes cuando te necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora