Un refugio

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🍃🌻🍃

La Hokage miraba con tristeza a su hija quien se derrumbaba en sus brazos, su corazón se rompía al verla así, ella deseaba poder intrcambiar el dolor que a su hija atormentaba en esos momentos para que ella no sufriera, ella sabía que era un corazón roto, ya lo había experimentado con el padre de su hija.

—Mamá, me siento tan mal— dijo sollozando la castaña, la Hokage no escuchaba esa palabra hace tiempo: 'mamá'; ella no dijo nada, solo siguió brindandole un calído abrazo.

—Necesito un favor— pronunció la Senju menor, su madre asintió con la cabeza.

—Ordename una misión, una que dure semanas, a la aldea de la arena escondida, quiero visitar la tumba de mi padre— dijo mirando a Tsunade directamente a los ojos, la cual estaba sorprendida.

—Pero, hace tiempo no vas ¿quieres que vaya contigo? puedo decirle a Shizune que se encargue de todo por un día— dijo ella tomando sus cosas para ir junto con su hija.

—No, gracias mamá, pero quiero ir sola, ya sabes...— dijo la castaña mirando al suelo.

—Seguro, solo tienes que entregarle esta nota al Kazekage, aunque tal vez no la necesitas, ya eres amiga de Gaara, pero llevala, el te dejará ingresar a la aldea y te dará acceso a la tumba de tu padre— dijo escribiendo con tinta en un pergamino, se lo entregó a la castaña y se despidió dándole un beso en la frente —Yo siempre te amaré y estaré para ti, perdón si no lo he demostrado— pronunció la fuerte Tsunade, que justo ahora caía en pedazos. Su hija asintió con la cabeza dirigiéndose a la salida, limpió sus lágrimas, ordenó su cabello y puso frente en alto, saldría como si nada hubiera pasado, nadie merecía su dolor... ¿Pero la Yamanaka?.

Fue a su casa, estaba bastante deshabitada, estaba sucia, llena de telarañas, nunca se había fijado en eso, siempre posponía la limpieza con la escusa de que vería a Ino, ahora ya no estaba, ahora tenía que encargarse de eso. Se cambió de ropa y esta vez con la escusa de no pensar en la rubia, se empeñó en dejar todo impecable.

Terminó en muy poco tiempo, la casa estaba impecable, tomó una ducha, y alistó su equipaje para ir a visitar a su padre. En su mente habían recuerdos de aquél hombre, no lo veía muy seguido, pero siempre estaba para ella, siempre que regresaba de alguna misión le llevaba obsequios, y las próximas dos semanas estaría con ella siempre. Todo era perfecto hasta que falleció, no recordaba muy bien el día en el que recibió la noticia, sólo recuerda a su madre borracha más de lo normal y Shizune consolandola en el bar mientras la castaña miraba el conejo de felpa que su padre le había regalado...

La castaña no sabía si Ino vendría a buscarla, pero no quería pensar en ella o la pelirosa, Sakura le generaba inseguridad y celos, al nivel que le daban ganas de vomitar sólo por el recuerdo.

La Senju estaba ansiosa por visitar a su padre, tenía su equipaje listo y estaba preparada para salir, sin antes olvidar a Lilo, su conejo de felpa, quería mostrarle a su padre que aún lo conservaba como el primer día que se lo obsequió.

Se apresuró a salir de la Konoha, ya en el bosque iba a paso lento, comiendo un par de bocadillos que había comprado al salir de su casa, en un segundo sus sentidos se agudizaron, los arbustos se movieron y ella sacó su arma, caminó en dirección a la posible amenaza y con agilidad cortó las hojas de los arbustos, un maullido sonó, no era más que dos crías de felinos, estaban desnutridos y con pulgas, miró su alrededor y había una pequeña caja, seguramente con eso los habían abandonado, metió a ambos gatos en esa caja y los llevó consigo a su destino.

A lo lejos se veía la entrada a la Aldea de la arena, se apresuró y el guardia preguntó si motivo de entrada, la castaña sacó el pergamino que le dió su madre —Vengo a visitar a mi padre— el guardia calló y asintió, ofreciéndole entrar.

De inmediato se dirigió a donde Gaara, quien la recibió de manera muy cálida.

—Hace años no venías a verme, _________— comentó el pelirrojo, —Ni que fuera tanto tiempo, sólo he estado bastante... ¿Ocupada?— respondió la Senju, el hombre sonrió pero  su boca se convirtió en un gesto forzado cuando escucho sonidos extraños de la caja q cargaba la castaña. —¿Qué es lo que llevas contigo?— de manera cortante preguntó, de manera rápida la Senju mostró su interior y al par de felinos hambrientos. Gaara se derritió de amor al verlos —¿Qué haces con ellos? Están muy enfermos— miró con dureza a la castaña —Lo sé, me los encontré camino acá— el hombre sonrió — Ya oscurece, ve a casa— y ofreció unas llaves y unas monedas a _______ —Ve a casa, ya te has quedado ahí, sabes dónde es, pasa allí la noche y compra algo de comer para los gatos— la castaña asintió y se retiró.

Siguió las instrucciones, compró comida para los animales y fue a casa. El lugar era muy familiar para ella, su padre estaba allí unos días descansado después de las misiones, antes de regresar con ella y Tsunade, a veces lo visitaban ahí, o a veces ellos se quedaban allí para que _______ jugara con los hermanos de la arena. Inmediatamente llegó calentó un poco de agua para los gatos, les dió un baño y sacó sus pulgas, no eran demasiadas, después les dió de comer y de beber. Ya exhausta se recostó en la cama, la cual tenía bastante polvo, pero estaba muy cansada como para limpiar un poco, cerró sus ojos y el primer pensamiento que vino a su mente fue Ino, la rubia más linda que había visto…


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⏰ Última actualización: Dec 10, 2022 ⏰

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Enamorada de una Flor | Ino Yamanaka y Tú [Yuri +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora