Enamorada de una Flor | Ino Yamanaka y Tú [Yuri +18]

La Carta

La rubia se despertó, bostezó sentada en el borde de la cama mientras restregaba sus ojos que apenas se acostumbraban a la luz que pasaba por su ventana.

Rápidamente se alistó y salió a entrenar.

La mañana se pasó rápido, la tarde llegaba, el sol estaba en lo más alto del cielo, inmediatamente recordó la cita que tenía programada con sus amigos —Chōji y Shikamaru—. No tardó mucho en llegar, agitada se sentó mientras sus amigos la miraban fijamente.

—Es la tercera vez que llegas a nuestras salidas— le reprochó Chōji metiéndose un bocado de filete a la boca.

—Lo sé, lo sé, realmente lo lamento— se disculpó avergonzada.

—No hay problema, pero ahora por llegar tarde pagarás la cuenta— comentó Chōji, la rubia inmediatamente miro a Shikamaru que estaba a su costado, este sólo asintió, ella molesta exclamó.

—¡No es justo! Ya la he pagado dos veces anteriores— dijo ella golpeando efusivamente con el puño a la mesa.

Ninguno reaccionó, siguieron tranquilos comiendo.

—Es lo justo, nuestro tiempo es oro— dijo Chōji —Mira el lado bueno, ahora tendrás motivos para llegar temprano.

—Que bueno que la escandalosa y fastidiosa Ino Yamanaka ha vuelto, me estaba preocupando, todo era muy tranquilo Incluso cuando estabas aquí, eso es muy raro— mencionó Shikamaru.

—¿¡Cómo que fastidiosa!?— exclamó furiosa la Yamanaka cerrando el puño y amenazando al azabache —Ni se te ocurra llamarme así de nuevo o no tendrás sonrisa para atender a tu novia.

—¿Ves?— dijo Chōji empujando su plato de comida, ya había acabado. El estómago del Akimichi hizo un ruido extraño, la rubia y el azabache lo miraron extrañados.

—¿Acaso también te has comido un tigre?— comentó la rubia.

—¡Silencio! Sólo es mi estómago diciéndome que no ha quedado satisfecho y que aún tiene hambre— levantó la mano para llamar al mesero. Con brusquedad la rubia bajo el brazo del hombre.

—No me importa si tienes hambre, no pedirás más comida, me dejarás en quiebra— le advirtió la rubia.

—Bueno, bueno, pero será tu culpa si muero de hambre— la rubia rodeó sus ojos con fastidio.

—Hablando de otra cosa aparte de comida— habló la ojiazul — Tengo que contarles algo… Sakura vino a hablar conmigo ayer.

Ambos ninjas se quedaron sorprendidos, hace tiempo no escuchaban noticias de la Haruno.

—¿Qué te dijo esa sucia?— preguntó Chōji. —Hey, Calmate, viejo— habló Shikamaru.

—Pensar en ella me enoja casi como que se coman la última papita de la bolsa— dijo mientras fruncía el ceño, y sacaba una bolsa de frituras, a la cual sólo le quedaba una papa.

—¿Y qué sucedió?— preguntó curioso el azabache.