Maniac |H. S.|

Cap. 29.

N/A: Bueno, he aquí el penúltimo capítulo de esta hermosa, preciosa y super ajhsahs novela que hice con mucho amor para ustedes. Les quería decir que ya esta historia está escrita y finilizada, solo falta publicarla y es una sopresa así que las dejo con la intriga. ¡¡¡¡¡GRACIAS POR ESOS 6.1K EN LECTURAS!!!!! No se olviden de votar y comentar :3

Maldije por dentro.

¿Por qué? ¿Por qué a ella? ¿Por qué a la persona que más amo? ¿No pude simplemente alejarme? No, no pude. Pero pude haberla cuidado mejor, debí… debí haber ido con ella, no debí dejarla sola. ¿Cómo no odiarme a mí mismo por esto? ¿Cómo puedo cambiar los hechos? –Pensé. –Fácil, solo búscala.

Aclare mi mente con un jugo de naranja y hasta eso me recordaba a ella, cuando cada mañana se levantaba de mi cama y preparaba ese desayuno con jugo que nunca deseé más. Marque el número de Zayn y después de unos tonos, contestó.

–¡Styles! –dijo con voz agitada.

–Selena… –trato de decir pero no puedo.

–¡¿Dime que ha pasado con mi hermana?!

–Te lo explico aquí. –Dije. –Ya sabes dónde es.

Colgué y me senté en el sofá esperando su llegada mientras pensaba cómo decirle que por mi culpa y mi idiotez, Selena estaba en una situación de vida o muerte. No podía, pero debía hacerlo. Vi la hora y me encontré con que eran las 10:05 p.m. Entonces subí y me duche rápidamente, me vestí y baje nuevamente.

Zayn ya estaba aquí. Justo antes de que el timbre sonara, abrí la puerta y el moreno me miraba con ojos cansados pero alertas a cualquier amenaza, incluyéndome.

–Pasa. –Me hice a un lado dejándolo entrar y antes de cerrar la puerta miré a todos lados.

Entre y Zayn estaba caminando de un lado a otro como un loco. –¿Dónde está mi hermana, Styles? –preguntó  en susurro pero logré escucharlo. Me quedé cabizbajo, la culpa no me hacía bien. –¡¿Dónde está?!

Se acercó a mí y me golpeo contra la pared, dejándome acorralado contra esta. Incluso la fuerza era mayor a la mía, me sentía débil. –¡¿Maldición, Styles?! ¡¿Dónde demonios está?! Juro que si no me dices…

–Dom la tiene. –Le interrumpí en un murmullo. Zayn me miró confundido por unos segundos hasta que todo en su cara reflejaba la furia hacia su mayor objetivo. Yo. –La secuestró y…

No me dejo terminar cuando empezó a golpearme una y otra vez. Nunca me había sentido tan inútil. Por más que tratara de detenerlo, no podía, la única fuerza que llevaba en mí, había sido robada. Sus manos golpeaban mi estómago hasta que mis pies no pudieron sostenerme y mi cuerpo cayó al suelo. Aun así no se detuvo, su pie se incrustaba repetidas veces en mi piel hasta que la sangra comenzó a salir por mi boca. Me logré colocar de rodillas y Zayn me tomo del cabello golpeándome el rostro contra su rodilla.

–¡Eres un idiota! –gritaba furioso mientras me golpeaba. –¡Te lo advertí, Styles! ¡Te dije que te alejaras de ella! ¡Te lo advertí, estúpido idiota! ¡Ella te amaba! ¡Y tú te confiaste y ahora…! –Suspiro llorando y dejo de golpearme. –¡Ahora está en peligro!

Dejo caer su cuerpo al frío piso y recostó su espalda en el sofá. Su rostro se escondía en sus piernas mientras las abrazaba fuertemente. Sentía mi cuerpo fallar y no podía, no ahora. Me levanté como pude.

–Todo esto es tú culpa. –Murmuro y sentí la adrenalina en mis venas. Mis brazos comenzaron a derribar todo y a mover los muebles.

–¡Lo sé! –grite furioso. –¡Ya lo sé! ¡Yo la perdí de vista! ¡¿Crees que no lo sé?!¡¿ Que no me siento culpable?! ¡Pues no es así! La voy a buscar y la traeré, sea como sea, a ti. No importa si la traigo vivo o muriendo, pero juro hacerlo, Zayn.

–Iré contigo. –Dijo levantándose de su lugar y negué.

–No.

–Sí.

–¡No! No lo harás, no puedo permitirlo. Si algo te pasara Selena no me lo perdonaría y yo tampoco. Llevaré la culpa por no cuidarte y si muero… tú cuidarás de ella. Lo siento, no irás. –Dije subiendo las escaleras apenas y buscando y una camiseta nueva en mi habitación.

Baje y me quite la camiseta llena de sangre, me coloqué la otra y limpié mis heridas, Zayn me ayudó con algunas. –Eres un idiota. Pero… Sé que la amas y ya me lo has demostrado. Cuando vuelvas… tendrán mi apoyo en su relación.

Me giré para verlo y parecía sincero. Sin pensarlo dos veces lo abracé con algo de dolor y ahí me alejo. –Gracias.

–Sí, sí. No te alegres tanto, aún debes traerla.

–Aléjate. –Dije seguro. –Debes alejarte lo más que puedas. Ve a esta dirección. –le entregue un papel. –La llevaré ahí al amanecer y podrán ser la familia feliz que eran antes de que yo llegara. Ahí estarán a salvo.

Zayn asintió.

Asentí y tome las llaves de la mansión, mi teléfono y subí a buscar todo el dinero. Cuando bajé, Zayn me esperaba en la puerta, salí y cerró. Yo subí a mi auto y el al suyo. Y al final, ambos teníamos una meta.

Miré hacia atrás y suspiré. –Es hora de un último trabajo.

Encendí el auto y después de quince minutos de camino, llegué al lugar que Dom me había dicho, afuera de la ciudad e incluso más lejos que su mansión. Ahora es realmente de noche, falta una hora para que sea medianoche y no tengo mucho tiempo.

Ahora me encuentro en un círculo vicioso y no puedo salir por más que intente. Me detengo frente a un lugar viejo. Un almacén. Aparco cerca y bajo rápido, debo pensar en algo como un segundo plan. Vea un edificio en ruinas frente al almacén y subo con armas.

Me aseguro que no haya nadie y exploro cada piso, dejando armas automáticas con disparos a larga distancia en punto estratégicos pero ninguno me da vista directa a Dom. Subo a la terraza y descubro una brecha en el techo del almacén pero no me da vista a Dom.

Bajo más la mirada y doy con una ventana en el segundo piso, intento buscar otro punto, pero veo que algo en la ventana se mueve, Selena. Trato de pensar como Dom y poder adelantarlo. Me limpió el sudor y trato de imaginar cómo me engañará.

Bajo y al entrar al almacén, unos hombres me toman de los brazos y me llevan a rastras al segundo piso dónde encuentro a Dom acariciando el rostro de Selena mientras ella se resistía alejándose tanto como podía mientras las lágrimas caían por su rostro hasta que nuestras miradas se entrelazaron.

–¡Suéltala!