29.

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POV BÁRBARA

Estaba a punto de contestarle a Damian cuando Flor apareció para decirle a Damian que le urgían unas firmas de él.
Por primera vez agradecí que la inepta aquella se apareciera en mi oficina, aunque después me tendría que escuchar por entrar así sin siquiera tocar.

Después que salieran de mi oficina puse seguro a la puerta y Franco salió del baño. Tenía la mirada fija en mí. Estaba molesto, podía persirbirlo. Por unos segundos ninguno de los dos dijo nada hasta que él decidió hablar.

-Vaya, no tenia idea de lo bien que te llevabas con el esposo de tu hijastra..-.

-Franco, no es lo que parec..-

-No, si no te estoy pidiendo ninguna explicación no es necesaria-.

-¿Entonces? ¿Porqué tan enojado?-. Puse mi mano en su pecho pero él me la quito-.

-Es solo que me sorprende, digo, a Damian no se necesita conocerlo mucho para darse cuenta de que es una basura y por eso mismo me sorprende que alguien como tú se haya fijado en alguien así-

-Es simple diversión Franco, como lo que tú y yo tenemos-

-¿Estas comparando lo que tenemos nosotros con lo que tienes con ese idiota?-

-¿Qué es todo esto Franco? ¿Una escena de celos? Porque te recuerdo que tú y yo no somos NADA, a nosotros nos une solamente la alianza que tenemos, y...la pasamos bien, pasamos momentos placenteros pero hasta ahí-. Franco había colmado mi paciencia, suficiente tenía con aguantar las estupidas escenas de celos de Gonzalo, como para que todavía Franco se sintiera con el derecho de reclamarme algo.

-¿Sabes que? Tienes razón Bárbara. Te pido una disculpa y...-

-Y yo creo que lo mejor sera que de ahora en adelante nos limitemos solamente a que nuestro trato sea exclusivamente de negocios, tenemos un pactó que cumplir y solamente en eso nos basaremos-. Franco no dijo nada. Y yo me estaba dejando llevar por el enojo, porque lo menos quería era dejar de verlo.

Después de un momento de silencio, Franco habló.

-Estoy completamente de acuerdo Bárbara. De hoy en adelante me voy a limitar a venir a tu oficina para hablar exclusivamente sobre nuestro pactó. Y ahora si me disculpa, tengo cosas que hacer, compermiso.-

Franco salió de mi oficina sin siquiera voltear a verme.

¿Qué tal estos dos?
¿Creen que duren mucho tiempo enojados?

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora