NARRADORA.
Franco convenció a Liliana para llevarla a las ánimas, al llegar le preparo un té y trato de tranquilizarla.
"¿A quién se referirá cuando dice "la hiena"?"
-¿Te sientes mejor?-. Le pregunto Franco a Liliana.
-Sí-. Respondió ella más tranquila. -¿Aquí vives tú?-
-Así es, esta es mi casa ¿Te gusta?-
-Es muy bonita y muy grande-. Dijo Liliana sonriendo. ¿Y tú esposa?- Pregunto de pronto.
A Franco le extraño mucho esa pregunta. -Yo no tengo esposa Lili-.
-¿Ni novia?-
Franco se quedo callado, sabia perfectamente que "novios" no era la palabra que los definía a él y a Bárbara pero tampoco podía decir que estaba completamente soltero.
-Digamos que estoy enamorado de una mujer maravillosa-. Confesó él entre suspiros.
-¿Y es bonita?-
-Es la mujer más bonita del mundo-
-Así como mi hermana..-
Franco la miro. -¿Tú hermana?-
-Sí, se llama Fernanda, es muy bonita y muy buena, no como la hiena-
-¿Quién es la hiena?-. Pregunto curioso
Y en ese instante el celular de Franco sonó, era Bárbara.
-Barbara-
-Hola Franco ¿Estás ocupado?-
-Para ti nunca estoy ocupado-
-Que romántico mi amor-. Dijo Bárbara entre risas.
-¿Necesitas algo? ¿Estás bien?-
-Estoy bien, pero si necesito de sus servicios sr Santoro-. Contesto Bárbara con un tono sensual.
-¿Ah si? ¿Y que clase servicios necesita sra Greco?-.
-Mmm pues como usted ofrece tantos, no se cual elegir-.
-El que sea que elija está disponible solo para usted-
-Más le vale que así sea o lo lamentara Santoro-.
Franco rio, le gustaba la complicidad que había entre ellos.
-Ahora si dime, ¿En que puedo ayudarte bonita?-
A Bárbara le encantaba que la llamara así.
-Necesito que me ayudes a encontrar a Liliana, la hija de Gonzalo, se les escapo de la clínica y no han logrado dar con su paradero-
Franco dudo en si decirle o no que Liliana no estaba con él.
-Bárbara..-
-¿Sí?-
-Liliana está aquí conmigo-
-¿Cómo? ¿Qué hace esa en tu casa?-. Le pregunto Bárbara sumamente extrañada.
-La encontré en la calle, yo venía en mi camioneta y casi la atropello... es una larga historia-
-Voy para tu casa y por nada del mundo dejes que Liliana se vaya-
-¿Vienes con los Elizalde?-
-¡No! Y por el momento es mejor que ellos no se enteren de que Liliana ya apareció-
-Pero..-
-Hazme caso Franco, en cuanto llegue a tu casa te explico todo-.
Bárbara colgó y salió a toda la velocidad a la hacienda de Franco.