POV BÁRBARA.
Ya habían pasado 15 días desde la última vez que vi a Franco, por fin el orgullo se había ido de mí y reconocí que había sido un poco injusta con él.
Me atreví a compararlo con Jaime, hable sin pensar, pero verlo besándose con Fernanda me había dolido.
Supuse que en todos estos días Perla ha estado con él y tenía miedo, miedo a que tanto acercamiento entre ellos se convirtiera en algo más que una simple amistad.
Una parte de mí me gritaba que fuera a buscarlo, que seguramente lo de Fernanda tenía una explicación pero la otra parte me decía que lejos estábamos mejor.
Lo que si es qué tenía que ir a verlo, a Liliana la llevarían a una clínica psiquiátrica y me gustaría que eso lo supiera por mí.
Con Jaime me seguía viendo, Aurora y él se llevaban de maravilla y había demostrado ser un gran amigo, a diario nos visitaba pero él tenía claro que mi corazón sólo le pertenecía a Franco.
En una semana presentaría mi demanda contra Luis, y también en una semana reclamaría toda la fortuna Elizalde, esa sería mi mejor venganza.
No le había contado a nadie sobre mis planes y ahora más que nunca deseaba que Franco estuviese a mi lado, pero ni siquiera sabía si me iba a querer ver.
Pensé en llamarle a la abogada de quinta que Franco tenía pero tomé la decisión de ir yo misma a verlo.
Iría en la noche, unos cuantos billetes arreglarían mi visita, no pretendía hacer nada con él pero de noche y a solas podríamos hablar sin que nadie nos interrumpiera.