NARRADORA
Bárbara quedó incrédula con las palabras de Franco.
-¿Estás seguro de lo qué estás diciendo Franco?-
-Por supuesto que sí-
-¿Quieres contarme que fue lo que paso?-.
Se sentaron en el borde de la cama y Bárbara lo escuchaba atenta.
-Mi mamá y Gonzalo Elizalde se conocieron hace muchos años, yo aún no nacía, mi mamá trabajaba en un restaurante...ahí conoció a Gonzalo, él ya estaba casado con su antigua esposa, el caso es que mi mamá y él compartieron unas cuantas noches..hasta que quedo embarazada-
-¿Gonzalo es tu papá?-. Pregunto alarmada.
-No, claro que no, de ese embarazo mi mamá tuvo a una niña...-
-¿Entonces tienes una hermana?-
-Nació muerta..-. Dijo Franco con dolor. -Después de ese suceso la ex esposa de Gonzalo no dejaba de acosar a mi mamá, hasta que logro que se fuera de la ciudad-
-¿Monserrat se enteró de la infidelidad de Gonzalo?-
-Sí y cuando lo supo odio a mi mamá con todo su corazón...en fin, los años pasaron, mi mamá se caso, nací yo y por cosas del destino mi mamá y ese desgraciado se volvieron a encontrar, volvió a intentar acercarse a ella, un día entro a escondidas a la casa, iba borracho, quiso abusar de ella y mi mamá saco una pistola, era de mi papá, quiso defenderse y él termino disparándole-.
Bárbara no lo podía creer, todo se hubiera imaginado menos que Gonzalo fuera un asesino.
-¿Tú...tú cómo sabes todo esto?-. Se atrevió a preguntarle Bárbara.
-Yo lo vi todo, era muy pequeño aún, tendría unos 5 o 6 años, mi papá no estaba, en cuanto llego y vio a mi mamá tirada, bañada en sangre me pregunto que qué había pasado, le conté todo y en cuanto pude describirle al tipo que había matado a mi mamá, el de inmediato supo se trataba de Gonzalo..además el muy idiota salió tan a prisa que dejo tirada su cartera-
-¿Porqué tu papá no lo denuncio?-
-Monserrat lo amenazo, en ese momento ellos ya tenían mucho poder y mi papá tuvo miedo y su única opción fue irse lejos de aquí y llevarme con el-
-Me cuesta creer lo que me estás contando Franco..-
-¿Acaso crees que lo estoy inventando o peor aún que mi papá me mintió al decirme que era él?-.
-¡No! Claro que no Franco-. Bárbara lo abrazo. -Es sólo que Gonzalo tiene pinta de todo menos de asesino-.
-Pues lo es-. Dijo levantándose de la cama.
-¿Tu papá dónde esta ahora?-. Le pregunto Bárbara.
-Él también murió, ya estaba enfermo..-
-¿Y él sabía que planeabas vengarte?-
-No, pero no puedo dejar las cosas así-
-Yo te ayudaré en lo que sea Franco, estamos juntos en todo esto-.
-Gracias bonita-
Franco la beso y volvieron a hacer el amor.
Fernanda se encontraba arreglando algunas cosas con su papá, pero no estaba concentrada, sus pensamientos estaban en Franco.
-¿En que tanto piensas mi niña?-. Le pregunto Gonzalo.
-En nada papito-
-A mí no me engañas, esa sonrisa no es por nada ni tampoco es por Damián-. Fernanda lo miro.
-¿Porqué dices eso papá?-
-Sé que tu matrimonio con Damián no va nada bien, y también sé que te gusta Franco Santoro-
-¿De dónde sacas eso papá? Claro que no-
-De tu mirada, hija, solo una mujer enamorada ve como tú ves al señor Franco-
Fernanda no supo que más decir.
-¿Él te corresponde?-
-No lo sé papá, pero yo quiero creer que si-
-Es un buen hombre, pero tienes que hacer las cosas bien-
-No te preocupes por eso papito, que él y yo solo somos amigos-
-A mí Damián me cae bien pero no te voy a negar que tú y Franco harían una gran pareja-
Fernanda sonrió. -Lili dice lo mismo-
-¿Lili? ¿De dónde conoce Liliana al señor Santoro?-
-El otro día me acompaño a visitarla, sé cayeron muy bien-
-Tal vez eso es una buena señal de que en algún momento tú y él estén juntos-. Gonzalo beso la mejilla de su hija y le marco a Bárbara.
-Vida..-. Se escuchó decir a Bárbara con la respiración agitada.
-¿Bárbara? ¿Qué estás haciendo?
-Vi..vine a correr un poco-. Dijo mientras sentía los besos de Franco en su cuello.
-Te escuchas muy agitada...¿Cómo estás mi alma?-
-Bien...muuy..bien Gonzalo-
-Pensé que dirías que extrañándome-. Dijo Gonzalo entre risas. -¿Me puedes decir que me amas?-.
Bárbara guardo silencio.
-Necesito escucharlo-. Insistió Gonzalo.
-Te amo-. Pronunció Bárbara mientras miraba a Franco.