La amaba, Franco la amaba, él se lo había confirmado y no solamente con palabras.
En la madrugada volvieron a hacer el amor, después de eso ella le contó que había estado con Luis y Franco le dijo que la había visto esa noche.
Hablaron mucho, pero no tocaron el tema de que pasaría con ellos, con su "relación", si seguirían separados, o tal vez valdría la pena intentar algo.Al otro día mandaron a comprar algo de ropa tanto para Bárbara cómo para Aurora.
-¿Te vas a tardar mucho?-. Le pregunto Bárbara a Franco.
-No, sólo resuelvo lo de unos cheques y regreso-
-Te pregunto por si llega a venir Steve...-
-No te preocupes por él, precisamente lo iré a ver, necesito de sus firmas..¿Tú planeas hacer algo hoy?-
-Sí, tengo que ir a la hacienda de Gonzalo, allí tengo la mayoría de mis cosas, mis papeles y ver en dónde nos quedáramos Aurora y yo..-
-Sabes que está es tu casa-
-Te lo agradezco Franco pero es obvio que Luis sabe lo de nosotros, en cualquier momento puede venir y...-
-Yo no voy a dejar que nada malo te pase-. Le dijo mientras le daba un beso en la mejilla. -Ni a ti, ni a tu hija, y en cuanto a lo de ir a casa de Gonzalo ni se te ocurra ir sola, espérame por favor-
Bárbara asintió mientras lo veía marcharse.
-¿En dónde están?-
-Ya estamos en la dirección que nos dió señor-
-Voy para allá-.
Franco llegó a una casa totalmente vacía, allí estaban 2 de sus hombres de mayor confianza, quiénes ya tenían a Luis atado a una silla con los ojos vendados.
Luis pedía a gritos que lo soltarán y Franco se acercó a él. -Es mejor que te calles-. Le dijo mientras le daba un golpe en la boca del estómago.
Luis se quejó y Franco volvió a golpearlo. -¡Qué te calles imbécil!-.
-¿Quién eres?-. Le pregunto Luis balbuceando.
-Eso no importa por ahora-. Respondió Franco y paso un cerillo con fuego rozando la oreja de Luis.
-Te voy a enseñar a no aprovecharte de las mujeres en estado de ebriedad-.
-¿De que...me hablan?-
-¿No recuerdas?-. Dijo Franco molesto. -No te preocupes que yo me encargo de refrescarte la memoria-
-¿Franco?- Pregunto Luis.
Pero Franco no respondió, lo tiro junto con la silla y le dio una patada en la parte baja.
-¿Todo esto es por Bárbara, no?-. Susurro Luis, pues apenas y podía hablar.
-¡Vaya! Veo que ya recordaste, cobarde-.
-¿Cobarde yo? El cobarde acá eres tú Franco, que no eres capaz de pelear conmigo cómo un verdadero hombre, prefieres tenerme atado porque sabes que fácilmente te ganaría-
-Suéltenlo-. Ordeno Franco y los 2 hombres obedecieron.
Cuando Luis estuvo completamente suelto, sin las vendas en los ojos y de pie intento pegarle a Franco, pero él esquivó el golpe.
-Tanto te arde que Bárbara se haya vuelvo a entregar a mí, aún cuando decía amarte-. Se burló Luis.
-Tanto te ardió a ti que te haya rechazado que tuviste que recurrir a ese recurso tan bajo de emborracharla para que estuviera contigo, y no conforme con eso intentaste secuestrar a su hija-
-No sé de que estás hablando-. Pronunció Luis nervioso.
-Gonzalo confesó todo-. Mintió Franco. -Èl mismo dijo que todo había sido tu idea-
-¡Eso es mentira!-. Se defendió Luis. -Toda la idea la tuvo él, él planeo todo-
-Los dos son un par de cobardes, no soportan que una mujer los rechace, que no los quiera.. a ver ¿Cómo supiste tú de Aurora?-
-Eso es algo que no te incumbe-. Franco lo tomó de la camisa y lo empujó hacía la pared haciendo que se pegara en la cabeza, y luego volvió a golpearlo directo en la cara haciendo que sangrara de la nariz.
-¿Cómo lo supiste?-. Le volvió a preguntar.
-Revise el celular de Bárbara y vi varías conversaciones-
-Y después le fuiste a decir todo a Gonzalo ¿No es así?-. Lo golpeó de nueva cuenta en los bajos.
-Sí-. Admitió Luis. -Pero ¿Tú cómo supiste lo de Aurora? ¿Está contigo?-
-Aquí el de las preguntas soy yo, tú sólo limítate a responder-.
Mientras Luis le contaba cómo fue planeado el secuestro de Aurora, Franco grababa todo, necesitaba tener pruebas en contra de Gonzalo.
Cuando la charla termino entraron otros 3 hombres y de inmediato miraron a Luis.
-¿Sabes? Me encantaría seguir golpeándote pero quiero que mis amigos te disfruten-. Dijo Franco mientras sonreía. -Todo suyo-. Le dijo a los hombres. -Ya saben que hacer después con él-.
Uno de los hombres se acercó a Luis y comenzó a desabotonarle la camisa, él reaccionó empujándolo y Franco intervino. -¿Quieres un poco de esto?-. Le dijo a Luis mientras sacaba una pequeña botella de tequila. Ya que te encanta aplicar la misma técnica en las mujeres, o no, mejor no, quiero que estés completamente consiente de lo que estás apunto de vivir-.
Después de eso Franco salió y escuchó cómo Luis suplicaba que no lo tocaran.
-¡Franco! ¡Viniste!-. Dijo Camila gustosa en cuanto vio a Franco entrar al departamento en el que se estaba quedando.
-¿Cómo estás Camila?-.
-Bien y ahora que te veo mucho mejor, ven pasa-. Le dijo mientras lo tomaba de la mano y lo guiaba hasta su habitación.
Franco la siguió.
-Te necesitaba tanto-. Le dijo ella mientras se acercaba para besarlo.
-No confundas las cosas Camila, en realidad estoy aquí porque necesito un favor tuyo-
-¿Cuál?
-Que vayas a la casa de Gonzalo Elizalde y coquetees con él-.
-¿Qué? ¿De que hablas Franco? ¿Para que quieres que haga eso?-
-Necesito unos papeles-
-¿Qué papeles? ¿Y no es más fácil ir y pedírselos?-
-Si fuera así de fácil no te estaría pidiendo tu ayuda, pero tal vez no sea tan buena idea, perdón Camila-
-¿Todo lo haces por ella?-
-Sí...-
-¿Y que obtengo yo a cambio?-. Le pregunto Camila mientras lo abrazaba por atrás.
-No te puedo prometer nada Camila, y así cómo no te puedo prometer tampoco tengo derecho a pedirte nada, discúlpame de verdad-
-¿Cuando quieres que vaya a casa de Gonzalo?-.
Capítulo dedicado a Angeline_Lucerina