79

494 65 101
                                    

NARRADORA.

"Antes de ti no había ilusión, no había un motivo, antes de ti la vida no pintaba a mi favor.
Antes de ti, la vida me obligo a ser distinta".

Franco leía esa pequeña nota que Bárbara le había escrito antes de regresar a la hacienda Elizalde.

Le parecía increíble todo lo que estaban viviendo, le parecía irreal que ahora sí Bárbara le hubiese entregado su corazón por completo.

La amaba, amaba a Bárbara Greco, amaba a Rebeca Sanchez, la amaba en cada una de sus facetas.

Y si se tenía que ir con ella hasta el fin del mundo para que pudieran estar bien lo haría sin siquiera pensarlo.

Era el hombre más enamorado y lo mejor de todo es que estaba seguro de que era correspondido.

Llego a su casa y se encontró a Steve en la sala.

-Steve, hola-

-Hola mi buen amigo ¿Cómo te fue?-

-Muy bien-

-Me alegra escuchar eso, porqué después de la noticia que te voy a dar creo que te va a cambiar un poco tu buen humor-

-¿Paso algo malo con la empresa?-

-Nada de eso, se trata de Camila..-

-¿De Camila? ¿Camila Prada?-

-De ella misma, está aquí, en tu despacho, quiere verte-

-¿Porqué la dejaste pasar Steve?-

-Creo que entre ustedes dos todavía hay mucho que hablar, no me lo tomes a mal amigo pero sé que Camila es tu gran amor-

-Lo era...iré a verla pero solamente para sacarla de aquí-..

POV BÁRBARA.

Había intentado comunicarme cientos de veces con Aurora, pero todas fueron en vano, no quería saber nada de mí.

Y aunque eso me tenía muy triste, por otro lado estaba feliz, ahora Franco sabía todo de mí y me había aceptado

No me juzgo, al contrario, me dió su apoyo incondicional.

Lo amo, lo amo y en cuanto todo termine me iré lejos de aquí, junto con Aurora y junto con él.

Formaríamos una familia.

Por fin tendría yo una familia.

Me metí a bañar y tarareaba la parte de una canción que me recordaba mucho a Franco: "Necesito tu amor, es mi fuerza vital, no importa si hago bien, no importa si hago mal".

Me sorprendía yo misma de mi cambio de humor cuando Franco y yo estábamos juntos.

-¡Nunca te había escuchado cantar mi alma-!

Gonzalo entro conmigo a la regadera, estaba desnudo.

-Gonzalo ¿Qué haces aquí?-. Dije cubriendo mis pechos con mi manos.

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora