POV BÁRBARA.
Desperté una hora antes de lo normal y me metí a bañar.
Hoy por fin iría a ver a Aurora y le contaría toda la verdad.Gonzalo saldría de la ciudad junto con Fernanda y volverían hasta dentro de 2 días, tiempo perfecto para hablar bien con mi hija.
Antes de ir con Aurora cite a Franco en la casa vieja.
Llegamos casi al mismo tiempo y pasamos a la sala.
-¿Que hacías con Priscila encerrado en la oficina?-. Le pregunté.
Franco me dio un beso. -Buenos días mi amor, si dormí muy bien, gracias por preguntar-. Dijo sarcástico.
-Déjate de estupideces y responde lo que te pregunte-
-Me la encontré en uno de los pasillos y me pidió que habláramos...-
-¿Y cómo de qué quería hablar? No creo que de la empresa porque no sabe nada la idiota-
-Resulta que tiene problemas con Aníbal y como según ella, Aníbal y yo somos amigos quiso contarme para que la ayudara-
-¿De dónde saca que tú eres amigo de mi hijastro? Y aunque así fuera ¿No te parece extraño que te tenga tanta confianza? Si jamás habías entablado una plática con ella ¿O si?-
-Supongo que cómo ve que con Aníbal es con el que más hablo de los Elizalde y las salidas a comer de negocios siempre con él-
-Aún así, es muy raro que se haya atrevido a pedirte ayuda-
-A mí también se me hizo muy extraño, porque como dices, jamás habíamos hablado..-
-¿Y en qué quiere que la ayudes?-
-Básicamente me pidió dinero prestado, me dijo que está sometida a un tratamiento para poder tener hijos, el tratamiento al parecer es muy caro y Aníbal ya no quiere gastar más en eso-
-¿Y tú porque tendrías que ayudarla con eso? ¿Qué beneficio obtendrías?-
-Ninguno, pero..-
-No piensas ayudarla ¿Verdad?-
-¿Te molesta si lo hago?-
-Me molesta que no te des cuenta que esa lagartija esta inventando cualquier cosa para sacarte dinero, estoy segura que no lo quiere para ningún tratamiento-
-¿Y entonces?-
-No tengo idea, pero lo voy a averiguar-
-Bueno ya, no te enojes-. Dijo abrazándome y besándome el cuello.
-Fran...co-. Quería alejarme pero me era imposible.
Paso a besar mi boca, sentí su lengua y le mordí el labio.
Empezó a recostarme en el sillón pero me detuve, tenía que ir a ver a Aurora.
-Espera Franco-. Puse una mano en su pecho. -Tengo que irme-.
-¿A dónde?-. Me pregunto tratando de controlar su respiración.
-No te puedo decir...no ahora, te prometo que cuando regrese te llamo para contarte todo-
-¿Todo este misterio tiene que ver con la persona que te da órdenes?-
-Solo confía en mi ¿Si?-
-Déjame ir contigo Bárbara-
-No Franco, de verdad prefiero ir sola-
-Al menos dime en dónde estarás-
-No puedo-. Le repetí dándole un beso fugaz.
-¿No me tienes confianza?-
-No es eso, Franco trata de entenderme..-
-¿Cómo quieres que te entienda si nunca me dices nada?-
-Porque no puedo-. Dije molesta. -Te estoy pidiendo tiempo y que confíes en mí pero si no puedes o no quieres hacerlo ya es tu problema-.
Tome mi bolso y me dirigí hacía la puerta.
-¿Ya te vas?-. Me pregunto Franco.
-Nos vamos, no puedes quedarte aquí sólo-.
Franco salió y yo me subí a mi camioneta y arranqué. Me sacaba de mis casillas que quisieran controlarme.
Llegue a ver a Aurora y me recibió con un cálido abrazo.
-Señora Bárbara ¡Que bueno que vino!-
-Hola mi pequeña-. Dije abrazándola más fuerte.
-¿Cómo está señora? ¿Como está Santiago?-
-Él sigue de viaje..pero ven, vamos a tu cuarto, quiero contarte algo-
Pasamos a su habitación y nos sentamos en la cama.
-¿Qué es lo que quiere contarme señora?-
-Mi...mi historia Aurora, quiero contarte quién soy yo realmente, antes que nada es necesario que sepas que mi nombre real no es Bárbara Greco-
-¿Cómo?-. Me pregunto confundida. -Señora, no..no la estoy entendiendo-
-Por eso escúchame Aurora, te prometo que te voy a contar todo-.
Aurora se quedo callada, esperando a que yo hablara, y empece a contarle cada detalle de mi niñez.
-Y fue ahí que apareció ese maldito hombre en mi vida, él fue quién me dió una nueva identidad , por él me llamo Bárbara Greco...me educo para que llegara a ser lo que soy, su nombre es...Artemio Bravo-. Dije con enojo.