Side by side.

09.

Neville Longbotton era muy importante en la vida de Harry.

Eran los mejores amigos, no había secretos entre ellos.

Neville siempre estaba para Harry cuando se metía en problemas, estaba para consolarlo cuando lloraba en la memoria de su madre o cuando las inseguridades sobre lo que representaba aparecían.
Y Harry siempre estaba para Neville, cuando alguien se atrevía a burlarse de él, cuando el chico temía no ser suficiente para su familia, cuando se sentía tonto.
Porque se conocían perfectamente y sabían lo que el otro necesitaba antes de que incluso lo dijeran.

—Es peligroso —Neville retrocede un par de pasos.

—Por favor —el ojiverde pide, usando aquellos ojos de cachorro que siempre funcionaban—, confía en mi, nunca dejaría que te pasara algo —puede notar el semblante de Neville flaquear ante sus palabras, dudando.

—No lo se Harry, podrías perder el control sin querer, y entonces caeríamos y...

Neville guardó silencio cuando noto las lágrimas en los ojos de su amigo así como su tembloroso puchero.

—¿No confías en mi? —tomó una profunda respiración antes de mirar el suelo, tallando sus ojos con fuerza.

Neville lo sintió como una bofetada, ¿no confiar en él? No había nadie en el mundo en quien confiaba más que en Harry.

—Está bien —acepta antes de que pueda arrepentirse, esperando que aquello elimine el rostro decaído de quien consideraba una de las personas más importantes en su vida.

—Genial —Harry miró hacia arriba, ojos brillantes de emoción y una sonrisa grande. Sin rastro de aquella expresión triste que tenía hace unos segundos—. Detrás de mi, no te sueltes, confía en mi, será increíble —promete.

Y mientras Harry maniobraba la escoba para mantenerlos en el aire, Neville se odió por seguir siendo tan débil ante sus manipulaciones.

La primera vez que Harry voló recuerda haberse enamorado de la sensación de libertad que le provocaba estar en el aire. Así que, como todo niño consentido que claramente era sus padres se aseguraban de que tuviera todo lo necesario para disfrutar de aquello. Al final, ellos mismos podían ver cómo era algo casi natural en él.

Neville apretó sus brazos aún más en la cintura de Harry, casi lo suficientemente fuerte para sacarle el aire. Pero al ojiverde no le importo, en cambio guió una de sus manos a las de su amigo para generar confianza antes de hacer una nueva maniobra.

Y solo unos momentos después Neville se sintió seguro, porque incluso cuando odiaba las alturas y temía lastimarse sabía que junto a Harry no le pasaría nada.

—¿Siempre si entrarás al equipo de quiddich? —Neville cuestiona una vez están en el suelo. Kreatcher les había llevado merienda y ambos descansaban sobre el césped.

—Sabes que si, queda poco tiempo para que entremos, papá dice que me escogerán de seguro, pero no lo sé, puede haber mejores candidatos —duda un poco, nunca había jugado quiddich con personas cercanas a su edad así que no tenia mucha idea de cómo estaban sus habilidades a comparación.

—Yo creo que es seguro que te escogerán —Neville sonríe, intentando darle confianza—, ¿que posición elegiste al final?

—Me gustaría ser un buscador, pero no me molestaría ser cazador —hay un postre más en la bandeja. Harry sabe que a Neville no le permiten comer postres a menudo, así que finge tardar más con el suyo y deja que tome el que queda.

—¿Crees que quedemos en la misma casa? —cuestiona mientras come su postre, con un leve temor de que no sea así.

—Claro que lo haremos —Harry luce indignado porque dude de aquello.