AGENT PARRISH-STEVE ROGERS [1]

CAPÍTULO 37

Nick Fury reunió a Tony, Steve y Elijah en la sala de reuniones, los únicos miembros del equipo que quedaban además de Natasha, que estaba supervisando a Clint hasta que el lavado de cerebro saliera de su sistema. En sus rostros devastados se mostraba una mirada de shock entumecido, especialmente Elijah, que tenía la nariz vendada y sostenía una bolsa de hielo contra ella.

"Estaban en la chaqueta de Phil Coulson. Supongo que nunca consiguió que los firmara". Fury lanzó las cartas coleccionables del Capitán América de Coulson sobre la mesa hacia Steve, que las recogió. "Estamos muertos en el aire aquí arriba. Nuestras comunicaciones, la ubicación del cubo, Banner, Thor. Donde Loki se llevó a Evelyn. No tengo nada para ti. Perdí mi único ojo bueno. Tal vez me lo esperaba".

"Sí, íbamos a construir un arsenal con el Teseracto. Pero nunca puse todas mis fichas en ese número, porque me jugaba algo más arriesgado", hizo una pausa. "Había una idea, Stark y Evelyn lo saben, llamada Iniciativa Vengadores. La idea era reunir a un grupo de personas notables, ver si podían convertirse en algo más. Ver si podían trabajar juntos cuando los necesitáramos, para librar las batallas que nosotros nunca podríamos. Phil Coulson murió creyendo todavía en esa idea, en los héroes".

Tony se levantó bruscamente y se marchó, sin querer escuchar más. "Bueno, es una noción anticuada".

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Tony miró el contenedor de la celda vacía en la que estaba Loki hace unas horas. Se puso de pie, sin decir una sola palabra. Steve entró. "¿Estaba casado?"

"No. Había un uh....cellista, creo", respondió Tony.

"Lo siento. Parecía un buen hombre", dijo Steve.

"Era un idiota", respondió Tony.

"¿Por qué? ¿Por creer?" Preguntó Steve.

"Por enfrentarse a Loki solo", respondió.

"Estaba haciendo su trabajo", dijo Steve.

"Estaba fuera de su alcance", le dijo Tony. "Debería haber esperado. Debería haber...."

"A veces no hay salida, Tony", le dijo Steve.

"Ya. ¿Cómo le funcionó eso?" Dijo.

"¿Es la primera vez que pierdes un soldado?" Preguntó Steve.

Tony se giró bruscamente. "¡No somos soldados! No voy a marchar al son del pífano de Fury".

"Yo tampoco", le dijo Steve. "Tiene la misma sangre en sus manos que Loki. Ahora mismo, tenemos que dejar eso de lado y terminar con esto. Ahora, Loki necesita una fuente de energía. Si podemos reunir una lista..."

Tony miró la pared manchada de sangre. "Lo hizo personal".

"Ese no es el punto", dijo Steve.

"Ese es el punto. Ese es el punto de Loki. Nos golpeó a todos justo donde vivimos. ¿Por qué?" Se preguntó Tony.
"Para destrozarnos", dijo Steve.