AGENT PARRISH-STEVE ROGERS [1]

CAPÍTULO 56

Evelyn entró en la habitación asignada a Peggy en la residencia de ancianos con flores en la mano. Sabía que Peggy tenía la enfermedad de Alzheimer, así que esperaba que este fuera uno de sus mejores días. Peggy vio a Steve y a Evelyn al entrar y sonrió.

"Eve, Steve, es un placer verlos a los dos", dijo suavemente. "Pasen y sientense, por qué no".

Evelyn sonrió y se acercó a la silla junto a la cama de Peggy. "Yo también me alegro de verte, Pegs. Te he traído unas flores porque son preciosas y me han recordado a ti".

Peggy soltó una ligera risita. "Oh, Eve, siempre la que hace cumplidos", Peggy agarró la mano de Evelyn mientras se sentaba. Steve le quitó las flores de la mano y fue a buscar un jarrón para ponerlas.

"¿Cómo estás, Pegs?" preguntó Evelyn mientras se frotaba la mano con el pulgar.

"He estado mejor", admitió. "Pero me aburro bastante. Tú y Steve tienen que visitarme más a menudo".

"Lo haríamos si pudiéramos, pero ya sabes lo ocupado que está Shield", le dijo Evelyn.

Peggy asintió en señal de comprensión. "Es un sector de trabajo muy agitado", dijo.

"¿Cómo están tus hijos y tus nietos, Peggy?" le preguntó Steve a Peggy mientras dejaba el jarrón de flores junto a la cama de Peggy y tomaba asiento en la silla junto a la de Evelyn.

"Son encantadores, gracias. Vendrán a visitarme la semana que viene", dijo Peggy. "Y uno de mis nietas está por fin embarazada de una niña, así que voy a intentar vivir lo suficiente para conocerla".

"Lo harás, Pegs, tengo fe en ti", sonrió Evelyn.

"Entonces, ¿cómo están ustedes dos?" Preguntó.

Evelyn miró a Steve y se encogió de hombros. "Nos va bien, supongo", dijo.

"No, me refiero a si tienen pensado casarse en el futuro. ¿Tener hijos?" Un rubor subió a las mejillas de Evelyn mientras Peggy les sonreía. En realidad, Steve y Evelyn habían hablado de tener hijos unas semanas antes, pero dentro de muchos años. No querían que los niños nacieran en un mundo en el que Evelyn y Steve tuvieran que salir a luchar por la vida de todos cada dos semanas.

"Bueno, en realidad no hemos hablado de eso", se rió Steve mientras se rascaba la nuca.

"Bueno, asegúrate de decirles a los hombres cuándo será la boda. Quiero poder vivir lo suficiente para verla", sonrió Peggy mientras Evelyn le frotaba la mano.

"Por supuesto, los invitaremos. ¿Para qué están las mejores amigas?". Se sonrieron mutuamente.

"Deberías estar orgullosa, Peggy", le dijo Steve mientras miraba las fotos de Peggy y sus hijos.

Peggy miró hacia sus fotos. "Hmm", murmuró. "He vivido una vida", luego miró a los dos. "Lo único que lamento es que ustedes no hayan podido vivir la suya". Evelyn asintió y miró sus manos entrelazadas. "¿De qué se trata?"

"Desde que tengo uso de razón, sólo quería hacer lo correcto. Supongo que ya no estoy seguro de qué es eso", le dijo Steve. Evelyn se agarró a una de sus manos con la que tenía libre. "Y pensé que podía lanzarme y seguir órdenes. Servir. Pero no es lo mismo".

Peggy se rió. "Siempre eres tan dramático. Mira, has salvado el mundo. Los dos. Más bien lo estropeamos".

"No lo hicieron", dijo Evelyn. "Saber que ayudaste a fundar Shield es la mitad de la razón por la que me quedo".

"Oye", Peggy le apretó la mano. "El mundo ha cambiado, y ninguno de nosotros puede volver atrás. Todo lo que podemos hacer es lo mejor que podamos. Y a veces lo mejor que podemos hacer es empezar de nuevo".

Peggy empezó a tener un ataque de tos, así que Steve se acercó y le dio un vaso de agua. "Peggy", le susurró cuando se detuvo y sostuvo el vaso de agua frente a ella.

Peggy los miró a los dos y sus ojos se abrieron de par en par al darse cuenta. "Evelyn. Steve", susurró como si no pudiera creer lo que veían sus ojos.

"¿Sí?" Evelyn susurró de vuelta.

Ella jadeó. "Estás viva", empezó a llorar. "Has venido, has vuelto".

"Sí, Peggy", susurró Evelyn.

Sonrió mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. "Ha pasado tanto tiempo. Tanto tiempo", lloró. "Pensé que habías muerto, Evelyn. Te he echado tanto de menos. Tanto".

"Bueno, no podía dejar a mi mejor amiga. No cuando prometí que volvería con ella", Evelyn esbozó una sonrisa mientras Peggy empezaba a dormirse lentamente.

El teléfono de Evelyn sonó de repente desde su bolsillo, así que lo sacó y vio un mensaje de Furia.

GRAN JEFE MALO
Te recojo en diez minutos. Los cuervos empiezan a volar hacia el norte

Evelyn frunció el ceño al reconocer el significado secreto de las palabras. Shield estaba comprometido y Fury sabía algo al respecto. Evelyn miró la figura dormida de Peggy y luego a Steve. "Fury quiere reunirse conmigo dentro de diez minutos", le dijo.

Steve asintió. "Iba a ir a ver a Sam", dijo.

"¿Esto es un pequeño bromance que estoy oliendo?" Evelyn sonrió ligeramente, haciendo que Steve pusiera los ojos en blanco. "Asegúrate de decirle que dije 'hola'"

Steve asintió. "Lo haré". Compartieron una sonrisa y luego volvieron a mirar a Peggy, su única amiga viva de sus últimas vidas.