AGENT PARRISH-STEVE ROGERS [1]

CAPÍTULO 52

Evelyn pudo sentir que la cama se movía a su lado. Ese mínimo movimiento hizo que se despertara. Evelyn estaba entrenada para mantenerse alerta en cualquier situación, así que aunque Steve murmurara una sola palabra en sueños, Evelyn se despertaría. Era a la vez una bendición y una maldición, pero en ese momento era una maldición. Evelyn miró el reloj de su cama y vio que eran las 4:30 de la mañana.

Evelyn gimió y se dio la vuelta para mirar a Steve, que estaba de pie junto al tocador, poniéndose la ropa de correr. "¿Por qué tienes que ir a correr tan temprano?" preguntó Evelyn mientras se ponía una camiseta, para su desgracia.

Steve se volvió hacia ella y sonrió. "Tengo que mantener mi cuerpo en forma de alguna manera".

"En realidad, el suero hace eso por ti de todos modos", dijo Evelyn.

"De todos modos, estoy acostumbrado a despertarme temprano. Simplemente me gusta hacer cosas cuando estoy levantado". Entonces le lanzó una de las camisas de Evelyn, así como un par de pantalones cortos. Ambos cayeron sobre su cara, cubriendo los ojos de Evelyn para cuando él se pusiera los pantalones. "¿Te vienes?" Evelyn gimió y rodó hacia su derecha, que resultó ser fuera de la cama. Cayó al suelo con un golpe y gimió más fuerte. "Esa es mi chica. Nos vamos pronto".

"Отъеби́сь, Rogers", murmuró Evelyn. Steve se rió mientras salía de la habitación.

Evelyn se sentó de mala gana y cogió la camiseta y los pantalones cortos de su lado. Se levantó y se quitó la camiseta de pijama, y luego se puso la camiseta limpia. Se quitó los pantalones cortos y se puso los de deporte, y luego se roció con desodorante. Evelyn se acercó al armario y cogió una goma de pelo para hacerse una coleta. Luego cogió sus zapatillas de deporte y se las puso, después cogió las gafas de sol y la gorra y salió de su habitación y se dirigió a la sala de estar, donde se encontraba Steve.

Steve estaba tomando una bebida de fitness, así que Evelyn se dirigió a la cocina y tomó un poco de leche con chocolate. Cuando volvió a entrar en el salón, Steve sacudió la cabeza con una sonrisa.

"Nunca se puede hacer fitness y no tomar algo poco saludable, ¿verdad?". Evelyn puso los ojos en blanco de forma juguetona y se zampó la leche. "Jesús", Steve miró a Evelyn con los ojos muy abiertos mientras se limpiaba la boca con el dorso de la mano.

"No digas el nombre del señor en vano", se burló Evelyn.

"Vamos", dijo Steve mientras Evelyn dejaba el vaso y se acercaba a él.

"Espero que ese hombre de Pararescue esté ahí abajo de nuevo para que podamos tomarle el pelo", se rió Evelyn ligeramente para sí misma antes de encaminarse hacia la salida.

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De hecho, el hombre se encontraba en el parque, dando vueltas para correr mientras el sol empezaba a salir. Steve y Evelyn, que consideraban la situación divertida, corrieron deliberadamente junto al hombre, anunciándolo al pasar. Recorrieron exactamente el mismo sendero que él, pero éste sólo dio cinco vueltas, mientras que Steve y Evelyn hicieron cincuenta.