Déjame Entrar

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- BIN -

No entendía qué estaba sucediendo con él. Porqué de un día para otro él se dejaría tomar por mi... ¿Será que estaba deprimido y necesitaba unas caricias? ¿Por qué siento que esto parecerá un error y terminará mal? ¿Está realmente en sus cabales? ¿Es tanto el resentimiento hacia su padre como para portarse así? Son preguntas que ahora no tendrán respuestas. Lo único que sé es que él está disfrutando de mi aliento en su oreja, de mis manos caminando desde su cuello hasta su pecho, desabrochando los botones de su camisa.

- Sanha... - entre suspiros.

- ¿Qué? - se preocupa.

- Yo podría... - lo mira a los ojos fervientemente, luego su mirada recae sobre su boca dando una pista discreta.

- ¿Me quieres... besar? - los ojos de Sanha titilaban.

- Si quieres... - cuidadoso.

- Bueno, te aviso que nunca besé a un hombre - incómodo.

- No es diferente a besar a una chica - risita.

- ¿Has estado con chicas? - sorprendido.

- No siempre supe que era gay... así que sí, experimenté de ambos lados - dijo seguido de una sonrisa atrevida.

- Ok, entendí eso - aún incómodo - puedes...

- ¿Eh?

- Hazlo, bésame... - Sanha miraba fijo a los ojos de Bin. Éste sintió un fuego subiendo desde su cuello hasta sus oídos que lo arrojó a la boca de Sanha en un segundo.

***

Sus labios eran tan suaves, era increíblemente sexy. Empecé acariciando su cuello, y subiendo a su nuca, sostuve su cabello entre mis dedos. Me acomodé encima de él poniendo mi pierna entre las suyas. Él era tan delgado que temía aplastarlo, así que me sostuve con mis codos para no sofocarlo. De a poco comenzó a tomar confianza y posó sus brazos sobre mis hombros. Me abrazaba y acariciaba la nuca mientras nuestras lenguas se mezclaban en saliva caliente. Nuestros besos se tornaban tan agresivos que casi no podíamos respirar. Sus pies rozaban mis piernas y eso me ponía aún peor. Sentía la necesidad de arrancarle toda la ropa pero no quería apurarlo. Luego de minutos pegados boca a boca, me aparte y empecé a besar su cuello lentamente, bajando a su clavícula tan fina, pasando por su esternón. Me detuve para mirar su reacción, no me esperaba verlo disfrutando, pero sí. Su boca entreabierta mientras respiraba profundo, sus ojos cerrados, sus manos estrujando las sábanas... Todo lo que quería estaba pasando, mi emoción era tan enorme que pensé que mi corazón se detendría. Entonces seguí. Seguí bajando cuidadosamente...

- Bin... - interrumpe.

- ¿Qué sucede? ¿Hice algo mal? - intranquilo.

- Luego de hoy... yo no...

- Shhh, no lo digas... - se acerca a su rostro - por favor, ahora no - su voz era baja, acariciaba su nariz con la de Sanha - hoy te aprovecharé - tomó su mandíbula y se hundió en su boca. Ambos se impulsaron al placer y sus cuerpo chocaron fuertemente. Bin se balenceaba al ritmo de sus besos, moviendo su cadera hacia arriba y abajo arrastrando el cuerpo de Sanha.

¿Tienes curiosidad? | BINSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora