Deaj

3 1 0
                                    

Porque, ¿quién no quiere dedicarse SOLO a lo que le gusta?

A mí lo que me gusta es escribir. La verdad es que tengo una yo interior bastante creativa que llevo dejando de lado mucho tiempo por cumplir con metas impuestas desde fuera. Porque, vale, la decisión final de empezar una carrera, hacer un curso específico, etc., la tomé yo, sí. Pero coaccionada y presionada por otra gente. No se confundan.

Así que estoy deseando acabar esta carrera, que no disfruto nada de nada porque estoy rodeada de imbéciles borregos malcriados y buenos para nada (que si al menos hubiera gente interesante... pero qué va, son casi todos unos auténticos repelentes para mí), para poder disponer de tooooodo ese maravilloso tiempo que tengo que dedicarle a los proyectos formativos para desarrollar MIS proyectos creativos.

Por suerte y por desgracia, solo me queda 1 año de carrera. Después de eso, no quiero escuchar nada más sobre formación profesional. NO. Prefiero dar clases de pilates a cyborgs raquíticas, divorciadas y amargadas que van allí con sus mallas apretadas a sentirse las diosas de occidente. Al menos nos echaríamos unas risas. Eso es vida.

Vamos, que tengo muchas cosas que contar, desde cosas que voy aprendiendo de la vida, hasta secretos muy profundos que es mejor no contar a nadie (los traumas, los traumas), pasando por mis placeres personales y fantasías narrativas, como son los fanfics y los personajes que tanto adoro. Como no me gusta hablar... Ejem.

Y sinceramente, siempre vuelvo a mi pasión original. Llevo escribiendo desde que me enamoré de la lectura, más o menos a los 11 años. También me gustan otras cosas, como el deporte y la música, pero si hay algo que siempre, SIEMPRE, me impide concentrarme en las cosas que debo hacer, eso es indudablemente las ganas de escribir, de darle vida a mis locas ocurrencias, sean pura fantasía o no.

Por lo tanto, aquí sigo. Descargando frustraciones. Dije que subiría también cosas chachis, pero hoy no toca.

Reflexiones de una mente transtornadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora