¿Ahora vienes a hacer de padre? Pues ni te molestes. ¿Enseñarme tú, el qué? Lo único que he aprendido yo de ti es hasta dónde tengo que cortarme las uñas, a lamerle el culo a la gente que me hace daño, a ser una cobarde y huir de los problemas, a ser una desagradecida y una egoísta, a aprovecharme de los demás, a mentir. Porque yo de ti no he aprendido a ser fuerte, tú no me has enseñado a superarme a mí misma sino a despreciarme por no ser mejor que el resto, no me has enseñado a ser buena persona ni a defender unos valores, no me has enseñado a quererme, a buscar soluciones, a vivir. No, tú lo único que has hecho ha sido pagarme juguetes, clases y caprichos. Porque pasaste de ser padre, fuiste un egoísta de mierda y elegiste largarte. Ahora no puedes venirme con pretensiones. No quiero tus consejos ni tus teorías de vida. ¿Sabes por qué? Porque yo ya construí los míos, porque no quisiste ver que Raquel y yo éramos tus hijas, y no un amigo al que podían pasar meses sin verlo que no pasaba nada. No estuviste cuando te necesitaba. ¿Ahora quieres ser padre? Pues te buscas otro hijo porque conmigo no lo fuiste, y ya perdiste el último tren.
ESTÁS LEYENDO
Reflexiones de una mente transtornada
EspiritualLo que estoy aprendiendo de la vida. Las cosas no siempre salen como a uno le gustaría. Tal vez escriba esto precisamente por eso. Espero que encuentren en mis pensamientos algo que les guste.
