Abandono

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Llega un día en el que se te agota la esperanza.
Ya no buscas ayuda, ya no quieres expresar lo que te destroza por dentro.
Da igual lo que te digan, todo te hace daño. Es como si no hubiera nadie ahí fuera que pudiera entenderte. Terminas desesperado porque te hablan como si no lo hubieras intentado ya, como si fingir una sonrisa te hiciera más fuerte.
Pero no, no es verdad. Estás solo. Solo con tus demonios, y es mejor hacerle creer al mundo que no existen.
Así, al menos, te dejan en paz.

Reflexiones de una mente transtornadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora