Te echo de menos, más de lo que nunca podría haber imaginado. Eras mi niña bonita, mi princesa, esa por la que siempre estaba velando y a la que quise mantener a salvo de todo. Quería que fueras feliz, que te volvieras una mujer fuerte, una chica orgullosa de sí misma, con capacidad para salir adelante sola, sin miedos, sin trabas, sin complejos... Pero no pude. De alguna manera, conseguí que mi egoísmo me alejara de ti, y ahora me arrepiento. Me arrepiento de no haber sabido arreglar las cosas, de dejarte marchar.
De verdad que te quería, y tal vez estoy recordando únicamente los buenos momentos, pero si es así, significa algo. Significa que fuiste importante para mi, que lo sigues siendo, y aunque ya no nos veamos, aunque ya ni hablemos y pensemos que lo mejor es no seguir en contacto, yo sigo echándote de menos.
Espero de corazón que te vaya bien, que no acabes con ninguno de esos tipejos con los que solías ponerme nerviosa. Espero que encuentres tu forma de ser feliz, y espero que quien esté a tu lado, te cuide como yo no supe hacerlo.
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Reflexiones de una mente transtornada
EspiritualLo que estoy aprendiendo de la vida. Las cosas no siempre salen como a uno le gustaría. Tal vez escriba esto precisamente por eso. Espero que encuentren en mis pensamientos algo que les guste.
