O5

268 31 69
                                    

.
.
.
















La sonrisa burlona que había tenido Jaebeom durante toda la cena por las bromas pesadas que le hacía a Jinyoung desapareció al oír las palabras de la madre de este. No creyó que sentiría un piquete en el pecho y un revoltijo al pensar que ese hombre de sonrisa amigable en verdad tuviera ese tipo de intenciones con su menor.

Volteo a ver al príncipe esperando oír que era una completa basura, pero sólo tenía sus ojos brillando, sus mejillas tornándose rojizas. Respiro profundo y rodó los ojos, se sacó la servilleta de sus piernas y la tiro sobre la mesa, se levantó y dijo. — Lo siento perdí el apetito, tengan una buena cena. — su voz fue notaría por el mal humor, en especial por las pocas feromonas que soltó.

Le dio una última mirada a Jinyoung, que fue claramente de molestia. Quisiera decirle un par de cosas, ¿Pero quién era para hablar sobre sus cosas y sobre él alfa que le gustaba? Como si tuviera un derecho, se vería absurdo y estúpido.

En cambio Jinyoung aún no creía lo dicho por su madre. Empezó a respirar en cortado por la emoción. — ¿Eres seria madre?

— Por favor.. Nunca he sido tan seria en mi vida. — dijo con una risilla. — ¿Te imaginabas algo así? ¿O llevan tiempo saliendo y no me dijiste nada?

Entonces comenzó pensar, ¿por qué de pronto querría cortejarlo?. Nunca habían tenido ese tipo de acercamientos, eran sólo encuentros que se surgían al verse por los pasillos cuando venía con su padre y trabajan con él suyo. Lo común diría el. Por lo que pensaba, ¿que vio en él?

El sabía lo que valía. Era el príncipe de Busan, tenía un belleza única eso siempre se supo de todos los buenos alagos que recibía. Tal vez en una de esas veces, se dio cuenta que si valía la pena como omega y hombre, ya que aunque el le llevaba muchos más años de diferencia, 11 en total. Eso quería decir que le veía como alguien listo para comprometerse y no un niño que seguía a su padre a todas partes para que le dejase ir a montar.

Se sintió contento, no tenía que disimular. Alguien se fijo en el y era precisamente el alfa en el que siempre se ha fijado. Su madre comenzó a hacer más preguntas, pero él sólo tenía más dudas y más dudas.

¿Qué pensaba de él? ¿Creía que era hermoso? ¿Sensual? ¿Educado? No lo sabía, sólo quería saber que vio en el, y quería saberlo ahora.

Después de la cena, paseaba por los pasillos apuntó de irse a dormir por la linda noticia que probablemente Jinsung iría a visitarlo al día siguiente. Así que tenía que estar bien descansado y tener sus ojeras libre de manchas nocturnas.

Paso por el antiguo despacho de su padre, suspirando con melancolía y tristeza que le consumía. Entró viendo que todo seguía igual como cuando fue su último día de trabajo. Aún no creía quien había atentado contra su vida. El era tan buen rey, tan buen esposo, tan buen padre. Era noble, aunque tenía buen carácter para manejar las cosas, nunca dejó que su temperamento se le subiera a la cabeza.

Tocó su escritorio limpio sin ninguna pisca de polvo. Su lapicero seguía ahí, y sus plumas favoritas. Luego vio su cuadro a lado del librero donde le dejaba tomar libros de ves en cuando, y sintió desmoronarse. No debía llorar, ahora que tomaría su lugar, no debía verse débil. Pero era muy, muy difícil. El era su ejemplo a seguir.

Limpio desde antes las lágrimas que deseaban salir y le miró y enternecido. — Te amo papá, siempre estarás en mi corazón..

Crown ; 𝖩𝖩𝖯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora