.
.
.El celo de Jaebeom se acercaba, tal vez era por eso que sus mimos aumentaban o que era más agresivo cuando tenían sexo. No era que se quejara, ya que su anatomía hacía que no doliera si era con el alfa que-.. Esa palabra era demasiado fuerte para decirla.
Habían estado charlando de que hacer cuando su estro llegase, ya no podrían hacerlo con tanta gente en el castillo. Si cuando tenían que fugarse por las noches, tenían que pedirle a Daniel que les cubriera inventando un millón de excusas para no ser atrapados por su madre ni por alguno de sus donceles que poco a poco se preguntaban que me sucedía y por que siempre tenia marcas en su cuerpo.
Unos eran demasiados inocentes y chicos para entender que pasaba, pero había otros que ya sabían que hacía todas las noches. No tenía la confianza para decirles aún, por que eran capaces de decir todo a su madre, si Daniel era capaz en su momento. Ya no podía tener la misma confianza que con los suyos.
O eso era hasta esa noche que volvió a su habitación y estaban todos allí. Viéndole sorprendidos cuando le vieron marcas nuevamente por su cuello y hombros y además, sin llegar a faltar el aroma de un alfa.
— Majestad, ¿Usted mantiene una relación con alguien del castillo? — preguntó uno acercándose a él, no tanto por qué el se alejo con él ceño fruncido.
— Eso no te importa. ¿Qué hacen todos aquí? ¿Por qué no están en sus habitaciones?
El doncel de ojos claro se sintió triste por por el tono de voz del príncipe, pero no dejaría de insistir hasta averiguar que pasaba con el y por qué su distancia con ellos. — Majestad, puede decirnos.. Nosotros no le juzgaremos..
— ¿Quién me confirma eso? — se rio cruzándose de brazos. — Eso pensaba de Daniel y casi me acusa. Todo por su mente tan prejuiciosa.
— ¿Daniel sabe lo que pasa?
— Si lo sabe, y con el tengo suficiente para guardar mis secretos.
Este nuevamente se sintió herido. Nunca le vio tan nervioso. — Majestad, cualquier cosa que pase.. Tenga confianza en decirnos, estamos para servirle a usted, no a su madre, a usted. No tiene por qué ser tan cruel con nosotros.
— Además, queremos ver por su bienestar. Y si nos dice podemos ayudarle. — dijo Beomhyu, uno de sus donceles de tan solo quince años.
Jinyoung lo pensó un poco entonces. ¿Y si tenían razón? Siempre se decía que cuando querías convencer a una persona tienes que ir en grupo, y eso era cierto. Vio a cada uno, realmente curiosos y a Youngjae que era el que más afligido estaba por verle entrar así de pronto y el estar gruñendo por verles en su espacio. Aunque tenía sus razones.
Se dirigió a su espejo, sentándose en el taburete para verles a todos esos ojos que le seguían a donde fuera. Respiro hondo y pensó que no sería tan mala idea, 7 eran mejores que 2. Así que les tomaría la palabra y les contaría.
— Les diré la verdad.
Estos rápidamente se acercaron tomando un lugar por toda su habitación y escuchar lo que tenía que decir. Muy atentos a sus palabras.
— Tengo una relación lasciva con el Lord Im Jaebeom.
Era de esperar que estos abrieran sus ojos en sorpresa y voltearan a verse y además verlo a él para averiguar si bromeaba o no. Pero al verlo tan serio y no decir nada más durante unos segundos, pudieron darse cuenta que esa noticia era tan real como la vida misma.
ESTÁS LEYENDO
Crown ; 𝖩𝖩𝖯
Historical FictionUn amor prohibido, y un trono por el cual ambos matarían por tener. El rey y padre de Jinyoung ha muerto, y se arma una lucha por quien será el próximo heredero al trono. Por que al parecer, el hermano de su padre, Jaebeom, tiene por derecho a recl...