Capítulo 18.

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El plan parecía ir a la perfección, era muy claro, ser lo más sigilosos posible. Cosa que fue imposibilitada una vez que entraron directamente al territorio del alemán. Les tomó por sorpresa ver que uno de los aviones piloteados por un soldado estadounidense fue derribado. Enseguida, un par de los blindados que estaban siendo utilizados por gente de Urss también fueron derribados. El sigilo ya no sería necesario, al parecer.

Comenzaron a responder al fuego, Usa y México se las arreglaron para socorrer al mismo tiempo a Urss y la gente que le acompañaba, pues parecía que ellos estaban pasándola mal ahí abajo. El estadounidense vio que el transporte donde el soviético iba abordo estaba siendo rodeado, así que rápidamente comenzó a defenderlo desde las alturas.

—Shit, México necesito dar apoyo a este lado. ¿Estarás bien?

—No te preocupes, vamos a tratar de despejar el área frontal. —Dio algunas órdenes a sus hombres (que en esta ocasión eran menos que en la liberación de filipinas), y comenzaron a atacar en busca de encontrar una entrada para los demás.

Soldados caían, resonaban las detonaciones de armas en todas partes, creando un monstruoso eco en todo el lugar. El americano, una vez que se aseguró de haber eliminado a una considerable cantidad de enemigos, bajó del avión y corrió hacia el transporte terrestre del soviético.

—Soviet! No es tiempo para tus bromas, sal de ahí. —El de habla inglesa buscó por todos lados, hasta que finalmente una rojiza mano le tomó por el hombro, suspiró aliviado y luego mostró un gesto de disgusto, retirando la mano del soviético. —Don't touch me . Vamos a buscar a tus sobrevivientes, México se quedó en el aire con varios soldados.

—Reuní ya a mis sobrevivientes, es por aquí. —el soviético avanzó, asegurándose de que el americano le seguía de cerca. Una vez que se reunieron con los soldados comenzaron a avanzar hacia la gran mansión donde sabían que el nazi estaría, probablemente, esperándolos.

Cada vez que sentían que los soldados enemigos les acechaban de cerca, un avión aparecía con el objetivo  de despejarles el camino. México estaba encargándose de despejar con apoyo aéreo, sentía que podrían ganar de esa forma. Llevaban arma en mano, faltaban algunos metros más para poder llegar al jardín que daría directo a la mansión, cuando de pronto hubo una explosión en el cielo por la que todos voltearon. La cola del avión se incendiaba, pero grande fue el temor al saber que era el avión del mexicano.

— ¡México!

USA corrió a la dirección hacia donde el avión se caía en picada, siendo seguido por Urss y varios soldados. El mexicano estaba intentando usar sus alas para volar fuera del avión, sabía que se estrellaría, pero el cinturón de seguridad quedó averiado, maldijo y comenzó a usar su fuerza para intentar zafarse. Cuando finalmente pudo romper el dispositivo, el avión ya estaba a metros de estrellarse, aún así sacó sus alas y se lanzó fuera, la explosión que el transporte hizo al impactar logró alcanzar al tricolor, quien fue empujado con una fuerza brutal por tal desastre.

— ¡Gagh...!

Tuvo que rodar por el suelo al sentir que su apenas recuperada ala se quemaba, y fue estando en el suelo, aún con la mirada borrosa al recibir el impacto de aire por la explosión, que se dio cuenta que estaba siendo rodeado por enemigos. Tenía que pararse y enfrentarlos, pero apenas podía respirar bien sin que doliera internamente. Sus alas le envolvieron como último recurso para cubrirse de algunos disparos, pero se sintió aliviado al escuchar a estos mismos soldados quejarse de dolor.

—México, ¿estás bien? —Preguntó el soviético, poco a poco se descubrió para mirarlo a él, al estadounidense y a algunos soldados. No podía responder en ese momento, pero sabía que aún podía seguir, así que asintió. —Bien, entonces vamos.

Quédate conmigo. [ México x Austria ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora