ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 12

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— ¡No novata, así no! —Gally se tapó los ojos con los dedos para no ver como el dedo de Lilith era aplastado por el martillo

— ¡Creo que ya lo tengo!

El rubio separó las manos de la cara y se encontró la mano de la chica intacta, pero no pasaba lo mismo con la tabla de madera....

— ¡La tabla, Lilith, la tabla! —Dijo frustrado el guardián de los constructores

Llevaban cerca de 1 hora y media intentando hacer la mesa que Fritanga había pedido para el comedor. Se habían escuchado comentarios de todo tipo entre esos dos, a demás de que varios Clarianos se quedaban mirando al dúo y se reían ante la frustración de Gally

— ¡No pongas el clavo así!

— ¡El martillo judía verde! ¡Cuidado con el martillo!

— ¡Te he dicho que tienes que hacer fuerza con todo el brazo no con la muñeca!

— Mira, no quiero llevarte a la enfermería con un dedo colgando, a si que empieza a tener más cuidado ¿Me has oído, cara fuca

— ¡Te he dicho que aguantes la tabla!

— Cuando puedas clavar un clavo, te invito a una cerveza

— Gally, aquí no hay cerveza

— Le decimos a los creadores en una nota que nos las traigan

— Eres una zoquete que no piensa ¡No piensas!

— Está claro que aquí solo vales para contar tornillos

— Mira, no me pego un tiro porque no tengo una pistola cerca...

Consiguieron acabar de montar la mesa —tras cuatro intentos muy fallidos— sobre la hora de cenar. Gally suspiró, agotado

— ¡Por f-

— ¡No lo digas! —Interrumpió la chica— ¡Cada vez que lo dices la mesa se derrumba!

— Tienes razón.... ¡Ya era hora!

Gally se levantó del suelo, se limpió el sudor de la frente y le extendió la mano a la chica

— Está claro que no vas a ser constructora —Lilith se levantó del suelo con un tirón fuerte por parte de Gally— Eso no quita el que voy a estar vigilándote, no es que me fíe de ti...

— Ya sabía yo que no valía para esto —Ella de quitó el polvo de la ropa— pero a sido divertido, gracias

— Sí, de nada

— ¿Dónde estaban las duchas?

— En el rincón de allí

— Gracias, ¡Hasta luego!

— ajá...

La morena se fue corriendo hacia las duchas. Aprovechó que no había nadie y se metió en una de ellas.
Abrió la llave de la ducha y, al instante, sintió el agua fría recorrer su cuerpo, se apartó un poco del chorro y giró la manilla en un intento de regular la temperatura del agua, fallando en el intento.

— ¿Cómo narices se pone aquí el agua caliente? —preguntó en voz alta a nadie en específico

Se enrrolló el cuerpo en una toalla y se acercó a la puerta.

— ¡¿Hola?! —Preguntó, tampoco recibió respuesta— ¡Ey! —Nada

Se rindió, tendría que ducharse con agua fría

ᴍʏ ᴅᴇᴀʀ ɢʀᴇᴇɴɪᴇ (иєωτ γ τυ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora